El imponente carácter del rey Salvatore.
Esa noche las lunas se pusieron una pijama de pantalón y camisa y güero a dormir a la recámara de sus cachorros. Los Alfas creyeron que solo habían ido a dormirlos y que volverían, pero ellas no regresaron.
Al siguiente día en el despacho, los hermanos Salvatore estaban de un humor negro.
— No puedo creer que mi luna me haya dejado dormir sólo, ella fue a arropar a los cachorros pero se quedó con ellos, Katya está molesta conmigo, y ni siquiera sé por qué. — El Alfa Damiano hablaba mientras manipulaba unos documentos con evidente enfado.
— Creo que la noticia de que los cachorros se irán a estudiar lejos no les ha caído nada bien, nos culpan porque piensan que es algo que podemos evitar, creen que es una elección nuestra.
— Pero no lo es Angelino, ellos deben ir allá y educarse, ¿Por qué la diosa luna nos ha dado a compañeras tan rebeldes y voluntariosas? Alejandra está furiosa conmigo, son dos meses solamente los que tiene para pasar tiempo con los cachorros.
En ese mo