El cachorro ha muerto.
El personal que conocía a Sofía de mi hospital años no puso cuidado en lo que ella llevaba, ella trataba de aparentar una calma que estaba muy lejos de sentir, pero lo hacía para salvar la vida de esos dos inocentes que les había tocado venir al mundo en una noche de mala fortuna.
Alejandra por su parte se dirigía a la sala de cuidados intensivos poniendo cuidado de que nadie la viera, era de noche y había poco personal. Más cuando iba caminando por un blanco pasillo, un enfermero la reconoció, era ese que habían enviado para llamarla con urgencia.
— ¡Luna, que bueno que la encuentro! ¿Pero que hace fuera de su habitación? Escuche, el cachorro... él ha empeorado, el Alfa no ha llegado para darle su sangre, él... no puede resistir más.
— ¡¿Qué... qué quieres decir?!
— Lo siento mucho luna, el cachorro no se pudo salvar. — No era facil para el enfermero darle la noticia, pero era algo que se tenía que hacer.
— ¡No... eso no puede ser cierto, no lo acepto, mi cachorro no p