Salvando a los cachorros del beta Eduardo.
Cerca de la presa desbordada el Alfa Leonardo y el beta Patricio corrían de un lado a otro pero no encontraban por dónde poder cruzar, todo estaba inundado y la corriente era fuerte.
Los lobos eran fuertes y sabían nadar, pero la naturaleza era implacable, no les daba opciones de pasar al otro lado del camino.
Cada que intentaban hacer un movimiento tenían que retroceder o de lo contrario la corriente se los llevaría y morirían ahogados.
*Es imposible, no hay manera Leonardo*
— ¡Tendrá que haber, no tengo opción, si no llego mi cachorro muere, lo intentaré por el sur!
*Ten cuidado si tú mueres la manada sufrirá por la ausencia de su rey*
El lin entre Alfa y beta lo cortó Leonardo, el beta lo perdió de vista por la fuerte lluvia que no dejaba ver nada.
El Alfa Akon solo tenía en mente a sus cachorros y a su luna, intentó cruzar por la fuerte corriente Pero por más que nadó con la imponente fuerza de lobo que poseía, la naturaleza se impuso y se lo llevó entre las choc