CAPÍTULO 55
Luna dio cada paso con el pecho apretado, el aire suspendido entre los árboles parecía respetar su silencio interior. El murmullo del agua acariciaba la escena como un secreto eterno y Andrey, al otro extremo, de pie al final, como una estatua de sombra y luz, con la mirada clavada en ella, como si no existiera nada más en el universo.
Cuando por fin se encontraron frente a frente, él extendió la mano, y Luna se la dio sin titubear. Sus dedos encajaron con naturalidad, como si hubieran sido hechos para encontrarse después de tantas vidas.
Luna llegó hasta él y Abril le dio un beso en la mejilla y se apartó con una sonrisa que temblaba. Denzel asintió desde un costado, con los brazos cruzados y una expresión serena, como si hubiera esperado toda su vida para presenciar ese momento.
—Estás preciosa —susurró Andrey solo para ella.
—Y tú… no tienes alguna comparación. Eres lo más hermoso que he visto —respondió Luna, apenas audible mientras Andrey frunció una sonrisa sincera.