Eloise Morgan, no le daba credito a sus oídos, no podía creer lo que su esposo le estaba proponiendo. ¡UNA RELACIÓN ABIERTA! Aquello la descolocó, sus ojos se llenaron de lágrimas y no podía reconocer al hombre frente a ella. Tenia nueve años de matrimonio con Jonas, al principio fueron años buenos y hermosos, pero todo cambió, Jonas cambió y no fue de la noche a la mañana, cada día era peor, ella seguía dando la batalla por no ver a su matrimonio desmoronarse, pero... ¿estaban tan mal?, al punto de proponer llevar su matrimonio a otro nivel, segun él una relación abierta refrescaria la monotonía en la que había caído su relación, y ambos tendrían la oportunidad de disfrutar con otras personas. Él parecia maravillado con la posibilidad de meterse a la cama con otras mujeres, mientras ella se veía incapaz de permitir que otro hombre la tocara. Pero un momento de rabia y dolor la llevaran a una cama desconocida. Leonardo Pocaterra, había puesto la mirada en aquella mujer desde el momento en el que entró al lujoso bar de su propiedad y se sentó a la barra, ella parecía estar sola y enojada, y se había percatado que se dió a la tarea de despachar a algunos hombres que se habían acercado a ella con claras intenciones, posiblemente espería a alguien más, pero al avanzar la noche decidió acercarse a ella y probar suerte, una llamada la hizo enfurecer y se giró hacia él. —Sé lo que quieres, ahorrémonos la conversación y el coqueteo innecesario, ¿Tienes protección? Aquel cambio lo sorprendió, así que su rostro se iluminó con la sonrisa de un lobo hambriento. El descaro de su esposo la había arrojado a los brazos del millonario y pensaba disfrutarlo.
Ler mais—Cariño, tenemos que hablar—aquellas palabra la habían petrificado, y no por las palabras en sí, sino por el tono en el que habían sido pronunciadas. La cuchara que movía el guiso para acompañar el pollo, se detuvo. Eloise, frunció el ceño preocupada.
—¿Ahora?— preguntó ella— podría esperar a que termine la cena, cinco minutos y...—Debe ser ahora mismo, Eloise, no puede esperar— su tono de voz mostraba inflexibilidad, lo cual denotaba que debía ser en aquel momento, ni un segundo después—Bien— ella apagó la estufa y se giró hacia su esposo— ¿Qué sucede?, ¿Qué es tan importante como para detener la cena?—Vamos a la sala— sugirió Jonas y así lo hicieron, Jonas, se sentó frente a ella y la miró si ningún tipo de expresion en el rostro.—Estás asustandome, Jonas. — dijo sincera.—Necesito que hablemos de algo muy importante. Eloise, llevamos nueve años de matrimonio, los cuales han sido... Buenos, como cualquier pareja hemos tenido altas y bajas, pero hemos logrado sobrellevarlo y mantener nuestro matrimonio a flote...—Si, hacemos lo mejor posible, el matrimonio no viene con un manual, no nos dicen como seguir instrucciones para que las relaciones funcionen Jonas, por eso me siento orgullosa de haber superado tantas dificultades en el camino, cariño.—Así es, sin embargo creo que hemos caído en la monotonía, nuestro matrimonio es... aburrido— Eloise abrió los ojos enormes, aquellas palabras le habían dolido en lo profundo porque diariamente se esforzaba mucho por ser una buena esposa, que Jonas considerará su vida juntos como aburrida o monótona, le afectaba emocionalmente— necesitamos llevar nuestra relación a otro nivel, refrescar nuestro matrimonio, yo... necesito algo más que solo trabajo, y sí, eres una mujer hermosa cariño, pero... has cambiado mucho... — Eloise, se sintió terriblemente avergonzada.—Tienes razón, Jonas, es solo que... el trabajo en casa es muy agotador, cariño. Tener que asear, cocinar, lavar, planchar, ocuparme de tener todo al día para ti, sé que no me arreglo como antes, que casi siempre estoy agotada y hasta un poco frustrada porque generalmente querría que el día tuviese al menos veinte horas más, de esa manera alcanzaría a todo lo que debo hacer y ocuparme de siempre estar hermosa para ti. Si eso te está disgustando, prometo esforzarme un poco más...—No es eso a lo que me refiero, Eloise, necesitamos un verdadero cambio.— dijo firme.—¿Me estás hablando de viajes?— sonrió feliz—Me encanta la idea, creo que es justo lo que necesitamos, me vendría bien descansar, relajarme un poco, podríamos irnos de vacaciones, eso sería increible, hace mucho que no salimos a unas vacaciones, tu siempre tienes tanto trabajo y yo... dedicada exclusivamente a nuestro hogar, un viaje nos vendría bien.—No es un viaje a lo que me refiero, Eloise, es algo más grande.— ella abrió los ojos enormes y lo miró con ilusion, ¿sería posible?, después de tantos años juntos, Jonas estaba dispuesto...—¿Quieres que tengamos un hijo, mi amor?— lo miró llena de ilusión, pero Jonas arrugó el entrecejo y negó rápidamente, como si ella hubiese dicho una locura.—Por supuesto que no, mi amor, te amo pero aún no estoy listo para ser padre.—¿Cuándo?—preguntó con un suspiro de resignación— tienes un buen trabajo, vivimos bien, ya son nueve años de matrimonio, Jonas, sabes cuánto deseo tener un hijo, quiero ser madre.—Cariño, ese no es el tema que quiero tratar ahora—le acarició la mejilla— yo hablo de un cambio drástico.—¿Qué puede ser más drástico que un bebé?— le preguntó sorprendida.—Eloise, quiero que lo tomes con calma, y lo pienses con actitud fría, sé que lo que voy a decirte puede ser sorprendente...—Dilo de una vez, Jonas, porque no sé si deba asustarme o preocuparme, ¿Qué quieres?—Me gustaría experimentar, dejar de ser un matrimonio convencional— sonrió.—¿Qué significa eso exactamente?— frunció el ceño, confundida ante lo que su esposo decía.—Estoy hablando de tener una relacion abierta, un matrimonio que nos permita flexibilidades, experimentar con otras personas... — la miró directamente a los ojos, Eloise no le daba crédito a sus oídos, sencillamente tenía que haber escuchado mal, no había otra explicación posible.—¿Me estás diciendo que quieres una amante, Jonas?— lo miró horrorizada, sin poder creer lo que escuchaba— ¿Quieres que te de mi consentimiento para engañarme?—No sería engaño— sonrió, queriendo acariciarle, pero Eloise se alejó de su toque— ambos estaríamos al tanto de que podemos vernos con otras personas, refrescar nuestra relación, alimentar el líbido, eso nos volvería más pasionales, mejoraría nuestra intimidad, es beneficioso para nosotros.—¿Refrescar la relación?, ¿alimentar el libido?, ¡debe ser una broma, debes haber perdido la razón! No, Jonas, es una locura, ¿Cómo se te ocurre?—Piensalo, cariño. Yo podría estar libremente con las mujeres que desee y tú estarías al tanto, evidentemente tendríamos un protocolo de cuidado y seguridad, no queremos contagiarnos de nada y a la vez, tu tendrías la libertad de verte con otros hombre.-¡NO PUEDO CREERLO, JONAS, NO PUEDO CREERLO!- gritó poniendose de pie, respirando con dificultad ante las palabras de su esposo.—No estoy siendo egoísta, es una oportunidad para ambos. Puedes estar con otros hombres.—¡YO NO QUIERO ESTAR CON OTROS!—gritó frustrada.—Mi amor, te pedí que lo tomarás con calma.— dijo en tono tenso al ver la actitud de su esposa.—No... no puedo tomar con calma, el hecho de que pretendas legalizar infidelidades en nuestro matrimonio, ¿No te das cuenta que esto no es normal?, es obvio que quieres estar con otras, quieres serme infiel, y ésto es solo una manera elegante de decirlo, pero no, yo no quiero estar con nadie más... ¿Te das cuenta de lo que dices?, ¿Acaso te estás escuchando, Jonas?, ¡Es una locura!—Cariño, si lo piensas con cabeza fría...—No— le interrumpió—No tengo nada que pensar, mi respuesta es no.—Estás siendo poco racional, Eloise, intransigente— le sonrió con ternura.—¿Poco racional?, ¿Intransigente?, ¡debes estar demente!— dijo furiosa, mientras lágrimas de frustración resbalaban por sus mejillas— No aceptaré que duermas con otras. ¿Es que acaso no te das cuenta que nos estás empujando al divorcio?, estás por tirar por la borda un año de noviazgo y nueve años de matrimonio, te he dado diez años Jonas, diez años de mi vida, y ahora quieres una relación abierta.—Eres de mente estrecha Eloise, estoy hablando de una posibilidad para volver a encender la llama pasional de este matrimonio, te amo, pero tras diez años juntos nuestra vida monótona nos grita cambios.—Y los cambios son tener amantes, según tú — lo miró con ojos llenos de lágrimas.—No son amantes, son una especie de desahogo, mi amor.—No puedo creer lo cínico que eres, Jonas. ¿Cómo es posible que después de diez años juntos, sienta que tengo a un extraño frente a mi?— lo miró horrorizado— no voy a dormir con otros hombres siendo una mujer casada.—Bien, si no quieres hacerlo, está bien, pero yo lo haré, siento que necesito ésto.—¡No puedes hacerme ésto!— dijo furiosa y herida en su orgullo— No es una decisión que puedas tomar solo, se supone que somos una pareja, un matrimonio.—Ahora no estás pensando con claridad, la sorpresa de mi propuesta, nubla tu mente, pero ya lo verás con más tranquilidad y lograrás comprender lo beneficioso que es para ambos, mi amor— se puso de pie, y caminó por el pasillo en dirección a la habitación.—No veré nada con claridad, Jonas.— lastimada, herida, humillada y triste, se dejó caer en el sofá, con el rostro entre sus manos, se dedicó a llorar. No podía creerlo, sencillamente no podía creer lo que su esposo le estaba proponiendo, Jonas había enloquecido, no había otra explicación para aquello.Amores míos, realmente quiero agradecer con todo mi corazón a las personas que me acompañaron en esta historia, a los que iniciaron conmigo, a los que se sumaron después y a todos los que irán llegando. Gracias por darme una oportunidad de llegar a ustedes con esta historia, gracias porque a pesar d ellos capítulos difíciles, se quedaron aquí, apoyándome, no tienen una idea de lo hermoso que es para mí cada comentario, cada reseña que me deja ver lo mucho que disfrutan lo que pasa por está cabecita mía. Gracias por acompañar a Eloise y a Leonardo, en esta historia de amor. ¡Gracias!También quiero aprovechar la oportunidad para comentarles que iniciaré una nueva historia, que se titula; SEDUCIDA, es el segundo libro de la trilogía pasión, será la historia de la dulce pelirroja Gilliam, para quienes no conocen el personaje, pueden leer mi historia PROVOCAME, es corta, ligera y rápida de leer, además le prometo que amarán a este trío de amigas. Así que, para mí sería increíble si me a
Eloise, observó su imagen frente al espejo y parpadeó un par de veces ahuyentando las lágrimas que sin poder evitar llegaron a sus ojos. —¡Eres la novia más bonita del mundo!— exclamó Jeannette desde un costado. —Preciosa— afirmó Giulia.— mi hermano estará loco de felicidad en cuánto te vea. —sonrió con amabilidad — Gracias Eloise, Leonardo es mucho más feliz desde que llegaste a su vida. —De hecho, todos lo somos— suspiró Chiara— no solo haces feliz a mi hijo, sino que también nos entregaste a Florencia y a Enzo, sé que nuestra relación empezó bastante mal, pero estoy feliz de que lo hayamos solucionado, estoy feliz de que seas Eloise Pocaterra — a Eloise se le formó un nudo en la garganta ante las emotivas palabras de su suegra. —La relación con mis padres siempre fue difícil—dijo ella con voz temblorosa—no tengo hermanos, ni parientes muy cercanos, así que no imaginan lo feliz que me hace sentirme parte de ustedes. Les agradezco tanto cariño y...—¡No llores!— exclamó Giulia so
Tres meses transcurrieron rápidamente desde que Eloise había regresado a casa junto a los seres que amaba, su vida había vuelto a la felicidad habitual, a los días de amor junto a Leo y sus hijos, y las noches apasionadas en brazos del millonario que tanto amaba. Amaba la manera en la que Leonardo descubría diversas y nuevas maneras de amarla, la manera en la que descubría tantas y tantas formas de hacerla feliz. Él se había convertido en un fiel devoto de su cuerpo, de su amor, de la apasionada locura que encontraba en el ritmo que marcaban sus caderas... Quién podría imaginar que aquella historia de amor había iniciado una oscura noche en aquel bar, con una mujer traicionada, dispuesta a devolver el engaño, y un apasionado hombre que había encontrado su presa. Las cosas no salieron como esperaban, no, habían salido mucho mejor, habían enfrentado diversas dificultades, dolores, adversidades, pero todo había servido para poder afianzar un amor que a diario alimentaba su llama con be
Giorgia se marchó sin siquiera despedirse, con la espalda recta y arrastrando una enorme maleta, atravesó las puertas principales de la mansión, dejando atrás su amor y sus últimas esperanzas de tener una vida feliz junto aquel hombre que por tantos años había amado. Eloise y Leonardo, pasaron a la habitación de sus hijos, la niñera les aseguró que habían dormido sin problema, ellos los observaron en la cuna, sus rostros angelicales en un completo descanso, después de al menos media hora con ellos, se fueron directos a la habitación de huéspedes que Eloise escogió para usar. Leo la dejó para ir por su pijama y volver, cuando regresó, Eloise ya se había cambiado, colocándose una de sus lindas pijamas, mientras que sentada frente al espejo, peinaba su largo y oscuro cabello... Él se acercó hasta ella, y observando su reflejo sonrió. —Te amo, Eloise — después de aquello dejó escapar un largo suspiro, ella sonrió y se recargó contra él. —Si es al menos, la mitad de lo mucho que yo te
—¿Giorgia?— le preguntó mirándolo con una expresión de confusión—¿Qué sucede con Giorgia?—Está aquí... hospedada en esta casa, llegó con Jeannette...—explicó nervioso aferrado a su cintura, intentando no demostrar su nivel de angustia. —Bueno... eso no es ninguna gran novedad, así que me imagino que no es eso lo que quieres decirme. Leo, mi amor... ¿Qué te preocupa?, ¿Acaso me dirás qué estabas tan enojado que te comprometiste con ella?— lo miró con dolor. —¡Por supuesto que no, Eloise!—¿Entonces?... ¿Te acostaste con ella?—preguntó con dolor, un terrible silencio le hizo comprender a Eloise la situación, con una suspiro se alejó y se puso de pie— Así que es eso... Te acostaste con esa mujer— sus ojos mostraron dolor. —No exactamente, mi amor— se puso de pie y se pasó una angustiada mano por el cabello— no voy a negar que lo intenté, ella... bueno, se metió a la habitación en medio de la noche, yo estaba tan enojado que cuando me besó no la aparté, sino que le correspondí, ella se
Leonardo giró su rostro bruscamente hacia ella y miró directamente a sus ojos, como queriendo descubrir la mentira en ellos, su respiración se agitó mientras observaba su expresión de terrible dolor. ¿Secuestrada?— He atravesado cosas horribles, pensar en ti y en nuestros hijos me ha dado la fuerza para luchar por obtener mi libertad, solo necesito que me escuches— Leo, tragó el nudo en su garganta. —¿De qué estás hablando?— caminó rápidamente para acercarse a ella, mientras limpiaba las lágrimas en sus mejillas. —¡Me obligó a hacerlo, todo lo dije porque él me obligó, estaba secuestrada y amenazada!—Las palabras de Eloise taladraron en su cabeza, colándose en el interior de su ser...Ella gimió, extendió sus manos hacia él y le mostró los cortes en ellas, las heridas de sus muñecas, habían curado hasta casi desaparecer, pero podían apreciarse claramente. —¡Te juro que no voy a irme hasta que me dejes explicarte, necesito ver a mis hijos, Leo!— con manos temblorosas, Leonardo coloc
Último capítulo