Julienne Percy
Desde la terraza donde me encontraba sentada, con Khaos en brazos, observaba a los empleados del alfa supremo moverse rápido de un lado a otro, decorando el lugar con sillas, flores y telas que colgaban como cascadas doradas desde los faroles de luz que daban iluminación al jardín en la noche.
A mi lado, Dasha sostenía una taza de porcelana humeante mientras me explicaba con paciencia cada detalle de la ceremonia. La última ceremonia Taleyah fue hace siglos, fue cuando Davian nació.
—La presentación de un Taleyah no es algo común —dijo suavemente—. Es un evento ancestral. Se reúne el consejo de manadas, los alfas de las diferentes manadas, incluso vampiros y brujos amigos del señor. El heredero es presentado bajo la luna, marcado como futuro protector de este territorio.
Asentí en silencio, mirando el rostro sereno de Khaos, dormido contra mi pecho. Su boquita entreabierta, sus pequeños dedos aferrados a la tela de mi blusa. Lo amaba con una intensidad nueva, dolorosa