Mundo ficciónIniciar sesiónEl bosque de Grave Hills es un lugar pacífico, regido por viejas costumbres qué han llevado a Tessa a considerar qué ese es el lugar más aburrido de la tierra, pero todo cambia la noche en que su padre, un veterano de guerra qué sufre regresiones postraumáticas, vuelve del bosque con el cuerpo de una chica en sus brazos. Desde ese momento, Tessa tratará de averiguar la verdad que hay detrás de lo ocurrido, porque ella sabe que su padre es inocente de la muerte de la chica más popular de la escuela. Es entonces que se ve obligada a entrar en el mundo de lo desconocido e incluso lo sobrenatural para poder hallar al culpable
Leer más—¿No imagino el dolor que la amiga de tu mamá debe sentir en este momento?—menciono Tessa en un intento de decir algo cortes, aunque interiormente sentía un aire de satisfacción. Al final el pueblo se daría cuenta de que su padre no había sido el culpable como todos lo habían señalado, pero ¿A qué costo?Darse cuenta de que esa chica podría estar tirada en alguna parte del bosque sin vida, la hizo sentirse culpable por sentirse feliz.—Al menos el pueblo ahora sabe que no fue tu papá—pronuncio Magie en un intento por darle algo de ánimo a su amiga y mejora la extraña conversación, últimamente sus pláticas tenían que ver con algún misterio o alguna persona fallecida, pero ya nada era normal.—Eso no los redime por haberlo acusado sin pruebas—se quejó Tessa soltando un suspiro. Siempre se había sentido algo oprimida por ese lugar, quizás porque los secretos no siempre duraban en un pueblo tan pequeño como el suyo, donde al más mínimo tropiezo la gente juzgaba y señalaban sin ver más all
Tessa regreso a la cama, apago la luz y se quedó a oscuras mirando el techo de la habitación del hospital, no se sentía cómoda durmiendo en una cama que no fuera la suya, el colchón se sentía duro y la manta demasiado liviana. Tenía frío, por eso, aunque odiaba los calcetines, esta vez no se los quito. Intento acurrucarse, se encogió y se abrazó a sí misma hasta que el sueño vino por sí solo, vino por ella, pero no como regularmente ocurría, esta vez tuvo un sueño o quizás una pesadilla.Corría en el bosque, con la respiración entrecortada, mirando en la oscuridad, escapando de un par de ojos electrificantes que la seguían, como si estuvieran persiguiéndola. Tessa corría con toda su fuerza, temiendo ser la tercera víctima de aquel terrible animal, pero aquel lobo se aproximaba a toda prisa y ella, en su pequeñez, no pudo evitar que el lobo la alcanzara, pero cuando ella se giró esperando un final abrupto, doloroso y desgarrador, pero en realidad, paso algo diferente, algo que ni ella
Luego de que Magie y su madre se marcharan luego de un par de horas acompañándola. Tessa se sintió más sola que nunca en su vida, no exactamente porque estuviera en un hospital, sino porque nadie la comprendía. Guardaba cosas que no podía contarle a nadie más porque creerían que tal vez ese golpe en la cabeza le habría afectado más de lo esperado. Creerían que estaba loca o quizás demasiado sola para imaginar lobos gigantes habitando el bosque, pero no lo estaba y la prueba era ese hombre.Eran las siete y cuarenta y cinco cuando Tessa decidió levantarse de su cama, podía caminar, el mareo había cesado gracias al medicamento que los doctores le habrían proporcionado, pero su ánimo estaba un poco descompuesto o tal vez roto, porque tenía muchas dudas y quizás no habría nadie quien pudiera responder todas sus preguntas.Miro por la ventana, pero no para mirar afuera, sino para ver su propio reflejo, sintió que hacía mucho que no lo hacía, su cara lucia un tanto demacrada y cansada. Nece
—¡Tessy!—entro Magie a la habitación que el personal de salud le había asignado luego de hacerle algunas pruebas solo para descartar una hemorragia interna, luego de que Tessa describiera que un oso la había golpeado al pasar corriendo al lado de ella. Había sido la explicación más extraña que había dado en toda su vida, pero por como estaba la situación en la zona, los doctores no dudaron de su versión, ya que no era la primera persona que había llegado esos últimos días por un avistamiento de oso.—¿Cómo que un maldito, oso? ¿Qué rayos estabas haciendo en el bosque? ¿Qué no sabes que hay toque de queda?—Lo sé, solo no quiero quedarme quieta mientras acusan a mi papá de algo que no cometió—se cruzó de brazos mientras soltaba un suspiro— dime ¿Es cierto lo que escuche? ¿Encontraron a otra víctima?Hasta ese momento, Tessa no había podido averiguar absolutamente nada porque no había podido levantarse de su cama y el poco personal que llegaba a presentarse a su habitación, solo lo hacía
Un zumbido sordo la hizo despertar, pero su vista, su jodida vista no estaba del todo clara. Todo a su alrededor estaba borroso y además de eso estaba oscuro. Solo la tenue luz de la luna iluminaba el lugar donde se encontraba recostada.Parpadeo varias veces, tratando de mirar en donde se encontraba. Pasaron varios segundos antes de que sus ojos le brindaran una mejor visión y solo en ese momento descubrió que no sabía en donde estaba. Intento levantarse, pero su cabeza le imploro piedad, el dolor fue punzante, tanto como para devolverla a la suave tela que tenía debajo de la cabeza.Eso la desconcertó, darse cuenta de que había algo, una tela cómoda y caliente en donde descansaba su cabeza y tenía un aroma peculiar. Tessa se dio la vuelta o al menos lo intento, no solo para intentar ver la tela, sino para tener mayor acceso al olor que emanaba. Olía extraño, no era exactamente el aroma de un perfume masculino, pero era claro que era de hombre, olía a madera de pino y también a algo
Tessa camino con cuidado, el piso estaba algo resbaloso, así que mantuvo la mirada sobre el suelo para no caerse hasta que recordó en donde había visto al chico, aún había sangre y también había pelo de un animal.Tessa se acercó a una de las más del árbol en donde había quedado incrustado un mechón grande, casi como si fuera una bola de pelos de un gato, solo que este pelo no parecía exactamente el de un gato ni mucho menos el de un perro, sino que cada pelo tenia un grosor ancho, casi parecía ser como el de las cerdas de una escoba, muy grueso y duro para ser el de un animal común, quizás de no intuir de que se trataba, ella habría jurado qué eran las espinas de un puercoespín, pero ella sabía que era el de un lobo gigante.Tomo el mechón de pelo y lo guardo en uno de los bolsillo de la mochila, no sabia si aquello serviría de prueba, pero quería llevarla consigo para tener algo que comprobará qué no estaba siguiendo la huellas de un fantasma, sino un animal, quizás alguna especie a
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