TODOS LOS BESOS DE TU BOCA. CAPÍTULO 14. Un día de abstinencia
TODOS LOS BESOS DE TU BOCA. CAPÍTULO 14. Un día de abstinencia
Rebecca se había propuesto mantener la mente ocupada. Los últimos días habían sido una montaña rusa, y si algo había aprendido, era que pensar demasiado solo la llevaba a lugares complicados. Así que trabajaba sin descanso. Respondía correos, revisaba contratos, llamaba a clientes y se distraía todo lo que podía.
Aun así, cada tanto su mirada se perdía en la pantalla del teléfono y su mente la traicionaba: pensaba en Henry, que no la había llamado ni una sola vez desde la mañana cuando se habían separado a la salida del departamento. Varias veces tomó el teléfono, dispuesta a escribirle, pero siempre lo dejaba sobre el escritorio con un suspiro. No quería parecer demasiado pegajosa.
Sabía que aún quedaban heridas, pedazos de desconfianza que no cicatrizaban del todo. Lo amaba, eso no habría podido evitarlo ni muriéndose, pero todavía sentía esa pequeña punzada de duda, como si en el fondo esperara —aunque no quisiera admit