TODOS LOS BESOS DE TU BOCA. CAPÍTULO 10. Romántico perdido
TODOS LOS BESOS DE TU BOCA. CAPÍTULO 10. Romántico perdido
Después del arresto de Baxter, Henry pasó casi dos días enteros con el agente Miller, encerrados en una pequeña sala del FBI donde el aire olía a café recalentado y cansancio. Entre carpetas abiertas, computadoras portátiles y un sinfín de documentos impresos, lo ayudó a identificar cada movimiento de su antiguo jefe de contabilidad. Henry no recordaba haber hablado tanto en años, pero sabía que si quería librarse, tenía que poner un rastro tan irrefutable sobre la mesa que aquel hombre no se atreviera a desmentirlo.
Miller era paciente, aunque su mirada siempre estaba evaluándolo.
—Necesito que volvamos a revisar esta transferencia —decía una y otra vez, señalando una cifra en la pantalla.
Las horas se mezclaban con los silencios. Baxter, mientras tanto, seguía negándolo todo desde su celda. Hasta que, finalmente, después de casi cuarenta y ocho horas de interrogatorios y una prueba contundente tras otra, algo se quebró.
Henr