CAPÍTULO 46. Una dura aceptación
CAPÍTULO 46. Una dura aceptación
Henry se quedó inmóvil, desconcertado, sin comprender qué había querido decir Rebecca con aquella pregunta cargada de seguridad. Pero no tuvo tiempo de darle vueltas porque en ese preciso instante un hombre impecablemente vestido de traje negro apareció desde el interior del restaurante.
No había necesidad de anunciarlo, se le notaba en el porte que era el gerente por la forma en que todos se dirigían a él. Era un hombre de cabello canoso y maneras que rozaban la más encumbrada educación. Caminó directo hacia Rebecca con una sonrisa amplia, inclinando levemente la cabeza como si saludara a la realeza.
—¡Señora Callaway! —dijo con un tono respetuoso, casi solemne, mientras tomaba su mano y la llevaba cerca de sus labios—, es un honor tenerla aquí esta noche, como siempre. Pero debo regañarla porque ya la estábamos extrañando.
Rebecca le hizo un puchero con familiaridad.
—Yo también los he extrañado, señor Clemment, pero mi agenda ha estado un poco satur