CAPÍTULO 45. Tiempos más felices
CAPÍTULO 45. Tiempos más felices
Henry se plantó en medio de la sala, con los puños cerrados y la voz cargada de rabia contenida, mientras su hermana boqueaba vcomo un pez fuera del agua son saber qué decir.
—Quiero que se vayan de mi casa. ¡Ahora! —les dijo a sus padres con un tono que pocas veces había usado contra ellos—. No les debo explicaciones y, a partir de hoy, no quiero que vuelvan a entrar aquí a menos que sean invitados.
Carlotta abrió los ojos como si no pudiera creer lo que acababa de escuchar. Chelsea se llevó la mano al pecho, ofendida, mientras su padre lo miraba con una mezcla de furia y decepción.
—¿Cómo puedes tratarnos así? —le reprochó Carlotta con voz temblorosa—. ¡Somos tu familia!
—¡Un malagradecido, eso es lo que eres! —escupió Chase, incapaz de contenerse.
—Pues si no te gusta cómo soy, entonces empieza a mantener tu propia casa a partir de ahora —sentenció Henry con frialdad.
El corazón le latía en el pecho como si estuviera desbalanceado. Sentía una punzad