KIERAN:
Miraba a todos en el centro de la plazoleta sin entender qué era lo que sucedía. Todavía era de madrugada, pero sobre todo observaba a la loba Atenea, que les gruñía a todos y tenía a Clara, convertida en su loba Piedad, asustada a su lado. Cuando vio a Claris, corrió hacia ella, y antes de que pudiera hacer algo, se convirtieron en humanas y se elevaron hacia el cielo una vez más.
—¿Qué demonios sucede? —pregunté mientras observaba cómo un rayo salía de ellas y se conectaba conmigo, extrayendo no solo mi poder místico heredado de mi madre, sino también el poder Carmesí de Crimsonox, para luego lanzarlo contra la barrera, que se iluminó por completo. —¿Algo sucede con la barrera? —Se está debilitando —respondió la voz del brujo Marcus, quien caminaba sin soltar a la nana