MARCUS:
Había regresado con Amara a la manada sabiendo que mi pareja destinada, Elmira, podía enfurecerse y rechazarme de nuevo. Por eso, en cuanto llegué y puse a buen recaudo a la bruja, me fui a verla a la casa del Alfa. Me la encontré, como siempre, en la cocina. Ella había evolucionado de ser la nana de Kieran a la cocinera y casi madre del Alfa. Muchas veces me había advertido que podía casarme con ella, pero nunca llevarla lejos de su casa.
—¿Regresaste? —preguntó, corriendo a mi encuentro por primera vez desde que descubrimos que éramos parejas destinadas, y para mi sorpresa, me abrazó—. ¿Estás bien? ¿Y esa cara? ¿Y los demás?Le devolví el abrazo, feliz de que me recibiera así. La besé apasionadamente, sintiendo cómo me devolvía el beso, lo cual me llenó de una felicidad que nunca h