KIERAN:
Tomé el teléfono al ver que Marcus me llamaba. Con Claris de mi mano, me dispuse a contestar. Le había pedido que me informara qué estaba sucediendo en la manada para saber a qué atenerme.
—Mi Alfa, las cosas por aquí siguen igual. La única diferencia es que la abogada Ángela está desconsolada porque perdió a los bebés. La dormí y le hice un hechizo para que olvidara todo. Pero sus hermanas están intranquilas, desean irse —me informaba, y podía sentir que deseaba decirme algo más—. Les hice otro hechizo para tranquilizarlas, enfocándolas en el trabajo de la reserva con el consejo.—Hiciste bien —dije, sintiendo cómo mi Luna se metía debajo de mi brazo porque tenía frío—. Marcus, ¿qué pasó con Elena y las dos gemelas pequeñas? ¿Siguen ahí?