KIERAN:

Luego de reunirme con los lobos del norte para comprobar si mis sospechas eran verdaderas, me trasladé a la ciudad. No había regresado a mi casa, donde estaban tres imágenes de diferentes Claris. Dejé todo en manos del brujo mayor, Marcus, y del consejo de antiguos, que no entendían lo que sucedía, y no pensaba explicarles nada hasta que yo mismo comprendiera lo que había pasado.

Había averiguado dónde trabajaban y vivían Elena, Claris y Clara. Tenía un novio petulante que se creía el dueño de ella. Compré su empresa y la llamé a mi oficina el primer día. Vino mirándome con desconfianza; seguía siendo la joven hermosa y desconfiada que recordaba.

—Buenos días —saludó de inmediato, nerviosa. Dejé que Atka tomara el control y la olfateara. La primera vez no la habíamos reconocido. Esta vez, la sentimos de inmediato, aunque Lúmina no había despertado.

—"La olfateo, Kieran. Es nuestra Luna" —escuché a mi lobo emocionado en la cabeza, lo cual me decía que su olor había cambiado o h