386. DUDAS E INVESTIGACIONES
KIERAN:
Salimos de la casa mirando todo alrededor. A primera vista, todo parecía normal; sin embargo, para los ojos expertos de los lobos, pequeñas incoherencias, olores diferentes, lobos que no reconocía y cachorros que me miraban con asombro nos decían que habíamos cambiado. Los pasos precipitados de un pequeño lobo me hicieron girar. Era mi primo Gael, quien se convirtió en humano a mi lado. No dijo nada, pero caminó junto a mí con sus ojos agudizados.
—Vayamos a la empresa —ordené a todos, dirigiendo mis pasos hacia el auto—. Necesitamos entender.
Nadie me contradijo. Al llegar a la empresa, todo parecía igual, pero al mismo tiempo diferente. Al entrar a mi despacho, me senté y comencé a revisar los papeles que había sobre la mesa. Para mi asombro, había regresado al futuro en que había iniciado todo, unos días antes de contratar a Claris.
Rafe y Fenris esperaban sentados frente a mí las órdenes. Saqué el libro de mis padres, que siempre llevaba en mi pecho. No estaba iluminado.