Gloria cierra los ojos y se recarga en el respaldo del sofá, como si las palabras que está a punto de decirle dolieran más a ella que a mí. Después de unos segundos, fija su mirada en mí y continúa con voz sombría:
—Según Lúa, que fue la que nos lo contó… Lyssa quiere hacerle una prueba de paternidad a Alan, para después cambiarla por una negativa y decirle a Leo que no es de él. Lo que ella no sabe es que Leo ya hizo una, y los resultados llegaron ayer a su casa: son positivos. Un silencio helado invade la habitación. La perversidad del plan de Lyssa supera todo lo que podría haber imaginado. Cada vez que creo que todo ha salido a la luz, aparecen nuevos secretos, laberintos más oscuros enredados en una red que ella misma ha tejido con cuidado. —Es verdad, yo mismo los vi —confieso, sentándome en la silla