Me he quedado de una pieza cuando Clío suelta esa bomba. ¿Quién ha hecho eso? A mi mente vienen las amenazas de Cintia. Seguro que es ella. ¿Quién más podría ser? ¿Y ahora, cómo salgo de esto? Es verdad que violé a una chica, y si ella tiene el video, como lleva años amenazándome con él, estoy irremediablemente perdido.
—No te preocupes, Leonard. No dejaré que se salgan con la suya —dice Clío, muy segura. Me quedo observándola en silencio, sin decir nada. Bajo mi cabeza y suspirando. Es David quien comienza a interrogarla. —¡Esa mujer es una bruja! ¿Por qué nadie me dijo nada de esto? —pregunta desesperado—. ¿En qué páginas subieron eso? Tenemos que eliminarlas todas. —Mira, está en todo el internet —le enseña Henry en su tablet.