Capítulo 57.
POV Valeria
La tarde se había extendido más de lo previsto. Cuando entré en la oficina de Armando lo encontré de pie, junto a su escritorio, con una botella de vino ya abierta y dos copas listas. Su gesto era cálido, incluso orgulloso.
—Quería brindar contigo por el contrato, por lo que lograste hoy —dijo alzando la copa hacia mí, con esa mirada que siempre me desarmaba.
Me acerqué y tomé la copa. El cristal frío me recordó que a pesar de las tormentas que habíamos vivido juntos, aún podíamos compartir momentos así, donde todo parecía tener sentido.
—Por el contrato —dije con una sonrisa, intentando que el cansancio no se notara—. Y por este nuevo comienzo.
Las copas tintinearon suavemente y bebimos. Durante unos segundos reinó un silencio reconfortante, ese que solo se da cuando no hace falta hablar para sentirse en paz. Pero la paz, lo sabía, nunca nos duraba demasiado.
La puerta se abrió sin aviso y Carla apareció con esa sonrisa que tanto me crispaba.
—Espero no interrumpir —dijo