Capítulo 113.
POV Armando.
Después de colgar aquella llamada corría a la mansión, las palabras de Víctor aun martillaban en mi cabeza. Valeria había sido secuestrada.
Estacione como puede y me encontré con Jeremías en la puerta de la mansión, con la cara pálida, los ojos clavados en el suelo. Detrás de él, los gritos de Vanessa me perforaban los oídos. Corrí hacia adentro y la encontré abrazada a Ana, llorando hasta quedarse sin aire.
—¡Se la llevaron, papá! —gritaba—. ¡Mamá me empujó para salvarme, y se la llevaron!
El mundo se me vino abajo. Sentí que me arrancaban el corazón a mano limpia. Abracé a mi hija con fuerza, demasiado fuerte quizás, mientras ella seguía temblando.
—No pasa nada, mi amor… voy a traerla de vuelta. Te lo prometo —le dije, aunque yo mismo no sabía cómo cumplirlo.
No podía perder tiempo. Le di a Ana la orden de cuidar a los niños y salí de la mansión con Jeremías y Víctor. Adrián ya nos esperaba con la camioneta lista. Nadie habló en el camino. Todos sabíamos que la ciudad