Mangano cierra los ojos y de repente escucha un disparo. Pensó que le habían disparado, pero al no sentir ningún dolor en su cuerpo, abre los ojos temerosa y ahí viene Leonardo hacia ella. —¿¡Estás bien!?— la toma del rostro con su mano libre.
—Sí, sí— responde apresurada. Cuando siente que él la empuja hacia la izquierda y varios disparos se escuchan, por lo que cubre sus oídos y siente cuando él la agarra del brazo.
—¿Dónde están los niños?— pregunta Di Napoli con gran preocupación.
—¡Atrás, Leonardo!— exclama al ver un hombre que viene con un machete.
Varios disparos se escuchan y es Alexander quien está junto a Minerva. Le dispararon al hombre. —¡Santo Dios!— Sofía jamás había visto tanta muerte y sangre en vivo.
—¿Dónde están los niños, Sofía?— vuelve a preguntar Leonardo.
—Con Maggie, van al lugar secreto.
—Bien, quiero que vayas allá con mi madre. ¿Entiendes? No salgan para nada. Cuando sea el momento de irnos, yo o Alexander iremos por ustedes. Ahora vayanse— ordena y recarga