capítulo: Lo sé... Pero yo te amo
—¡Disparen! —los reta Leonardo, ya impaciente por la indecisión de los escoltas. Además, está sangrando mucho.
—¡Al diablo! Es mejor quitarlos del camino para ir por esa niñera —dijo uno de los escoltas, y sus compañeros lo terminan apoyando.
—¡Yo lucho hasta mi último aliento! —Alexander se coloca frente a su hermano, dispuesto a recibir todo lo que se le venga y siente la muerte, ese olor a muerte, cuando escucha los disparos. Leonardo cae al suelo y Alexander ve a los hombres caer. Lucifero les ha disparado y luego cae de rodillas, está muy herido, tiene dos impactos de bala.
—¡Lucifero! —exclama Leo con preocupación.
—¡Jefe… no pasa nada, estoy bien! —le lanza la radio, deslizándola por el suelo de madera—. En 5 minutos lo llaman, el helicóptero está por llegar, logré sacar a Cedric y dos empleadas. Aún… —por poco se cae, pero logra apoyarse con sus manos.
—¡Estás muy herido! —Leonardo intenta levantarse.
—¡Váyanse! Corran, señor, los enemigos pueden llegar.
—¡Vamos,