Lucifero sale rápidamente del baño, está angustiado, y sabe que están a punto de ser rescatados. —¡La puerta!— exclama, y el doctor lo mira con perplejidad. —¡Debemos atrancar la puerta!— dice, y justamente el escolta de Valentino está de regreso, pero Lucifero se pone como tranca para no dejarlo abrir.
—¡Abran la maldita puerta!— el escolta empieza a golpear.
—¡Joder!— Lucifero está haciendo mucha fuerza y eso lo hace sangrar demasiado.
—¡Esto puede ayudar!— el doctor ayuda a correr un objeto pesado para atrancar la puerta.
—Escucha, necesitamos colocar más cosas, 8, 9, 10... ¡Inicio!— al decir eso, Lucifero mira al doctor con rareza, y se empieza a escuchar gritos y disparos.
—¡¡Señor, nos van a matar!!— el doctor siente un susto horrible.
—¡Nos han venido a sacar de aquí! Despierta a Leonardo, necesito que aterrice y deje de estar delirando.
—Eso intenté, señor, pero también es por el efecto del medicamento. Creo que será un poco difícil. Eso le puede durar unas dos ho