Él secó una lágrima antes de que siquiera llegara a deslizarse por su mejilla y dijo:
—Me encantan los significados. Hablan de lo que quiero construir contigo: una vida, una familia, un futuro.
—¿Solo un nombre de niño? —preguntó ella, intentando reír entre la emoción.
Thor sonrió.
—Porque solo necesito uno para tomar mi lugar, para heredar el imperio que estoy levantando… —hizo una pausa, apretándole suavemente la cintura— …pero quiero dos niñas para ser el padre más baboso del planeta. Voy a ser insoportable de tanto mimarlas… y también muy protector.
Celina rió entre lágrimas.
—¿Y si una de ellas quiere asumir el imperio? —lo provocó.
—Entonces será tan hermosa como su madre… y con una personalidad igualita a la mía. —Él soltó una carcajada maliciosa—. Y ahí sí, Celina, estarás perdida.
Ella rió más fuerte y negó con la cabeza.
—Perdidísima. ¿Dos versiones tuyas para lidiar? ¡Que Dios me ampare!
Él besó su cabeza, acariciándole el brazo, mientras su risa se suavizaba en ternura.
—P