Thor deslizó los labios por la curva del cuello de ella, dejando un beso largo en la piel sensible. Celina cerró los ojos, sintiendo un escalofrío recorrerle la espalda. Él sonrió al ver su reacción y subió un poco más, rozando el lóbulo de su oreja antes de morderlo suavemente, provocándole un gemido involuntario.
—Thor… —murmuró ella, con el cuerpo entero reaccionando. Sus manos se aferraron a los brazos de él, como si buscaran anclarse en medio de aquella avalancha de sensaciones.
Él deslizó una mano por debajo del vestido ligero que ella llevaba, posándola con reverencia sobre su vientre.
—Nunca pensé que volvería a amar a alguien así… y ahora estoy perdidamente enamorado de dos corazones que laten aquí —dijo, besándole el hombro con devoción, mientras la otra mano bajaba despacio por la lateral de su muslo.
Celina sintió la evidente dureza del cuerpo de él presionándola por detrás. Tragó saliva, jadeante, y giró el rostro para mirarlo de soslayo.
—Thor…
Él pegó los labios al bord