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Mundo ficciónIniciar sesiónEl whisky se derramaba sobre la mesa, la botella ya medio vacía. Los cristales rotos alfombraban el suelo del despacho de Leandro San Marco, y su respiración entrecortada se mezclaba con los ecos de su furia aun vestido de novio.
Golpeó el espejo con el puño, rompiendo su propio reflejo en mil pedazos. Sus ojos, enrojecidos por el alcohol y el odio, devolvían una sola verdad: había sido humillado.
Humillado frente a toda la ciudad.
Frente a los socios, frente a la prensa, frente a su propia familia.Anna, su “novia perfecta”, había sido arrebatada de sus brazos. Y lo peor no había sido perderla… lo peor había sido ver cómo su hermano, el que creía manipular a su antojo, aparecía vestido de novio para reclamarla como suya.
La rabia lo consumía. Se llevó las manos al cabello, despeinándolo con desesperación.
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