A las 8:00 a. m. en punto, el timbre del apartamento sonó.Era un hogar modesto pero cálido, decorado con fotos familiares, plantas que luchaban por mantenerse vivas, y un par de cortinas con dibujos de superhéroes, cortesía de su hermanito.
—¿Evaluna Rosendo?
—Sí…
—Vengo de parte del Sr. Harris William. Soy tutor privado. Enseñaré español intensivo al menor.
Detrás de él, otro hombre bajaba de un auto negro con acento francés marcado y lentes redondos.
—Bonjour, madame. Soy el nuevo tutor de Rowan.
Evaluna se quedó en la puerta, en bata y con cara de "¿¡qué está pasando!?"
Damon le había enviado dos profesores. Uno para enseñarle a Rowan español desde cero, y otro para que no perdiera fluidez en francés y demas materias de la escuela.
—Al parecer no estaba jugando con eso del bono —murmuró ella mientras dejaba entrar a ambos.
Rowan se asomó desde la sala con cara de dormido, abrazando su peluche.
—Buenos días, pequeño artista —dijo ella francés, con una sonrisa amable.
Rowan, por cuar