El progreso del bloque tres iba por buen camino. Habíamos finalizado los planos estructurales y el equipo técnico ya comenzaba a ejecutar las primeras etapas de cimentación. Eva me daba reportes precisos, y Pablo, aunque algo torpe, funcionaba como un asistente dispuesto.
Yo me refugiaba en el trabajo. No por evasión, sino porque, por primera vez en mucho tiempo —en cualquier vida—, sentía que construía algo que no se derrumbaría bajo mis pies.
Pero había otra razón.
Durante los últimos días, había investigado en secreto el archivo de la constructora. Gracias a mi acceso a proyectos históricos, logré encontrar planos y registros de una antigua obra relacionada con Arriaga Group. El mismo proyecto en el que Benjamín me pidió ayuda hace un año.
El nombre era otro: Operación Altos del Sur. Una urbanización en un cerro inestable que jamás debió haber sido aprobado.
Y en los documentos adjuntos, encontré lo que buscaba: un reporte de geología falsificado. El informe original, firmado por u