Un embarazo inesperado.
El buen mayordomo Ciro, la encontró desmayada y sin color en el sillón, rápidamente se apresuró a llevar a su señorita Elizabeth al hospital donde ella trabajaba como pediatra, siempre le habían gustado los bebés, y fue por eso que eligió esa especialización.
Apenas Ciro llegó con ella, fue atendida de inmediato, Eli, no tenía familia, solamente contaba con su personal y con su mejor amiga Taylor, que también trabajaba en el mismo hospital en el área de ginecología.
Pasaron un par de horas para que la doctora despertara, fue abriendo poco a poco sus azules ojos, se sentía confundida y desorientada, pero detuvo a una enfermera que pasaba — ¿Qué... que hago aquí?
— Doctora Romanov, al parecer tuvo un desmayo, ya se le han mandado a hacer análisis para saber que puede ser la causa, no debe preocuparse por nada, aquí la vamos a atender muy bien, no trate de levantarse porque se puede volver a desmayar y golpearse, le prometo que en cuanto estén sus resultados se los haremos sabe.
La enfermera, fue muy amable, quizás Elizabeth no la conocía porque había demasiadas enfermeras, pero la pediatra si era bastante popular en el hospital, era la mejor pediatra que tenían, ella era la única ahí que podía operar a un bebé incluso en el vientre de su madre, era toda una eminencia
A Elizabeth, no le quedó más opción que obedecer las indicaciones de la jóven enfermera, de todos modos no se sentía tan bien como para irse sin que la dieran de alta, volvió a acostarse más no pasaron más de quince minutos cuando su amiga Taylor, llegó a verla. Ella era la encargada de atenderla.
—¿Cómo te sientes? Amiga nos distes un gran susto eh, ¿Cuándo regresaste al país? Yo seguía haciéndote de luna de miel en París, tu marido no dejaba de postear los restaurantes que visitaban, la torre Eiffel y los museos, se nota que se divirtieron juntos — Taylor, no sabía que Eli no había ido a esa mencionada luna de miel, eso hizo llorar a la doctora.
— No, no fue así, yo nunca salí del país con Nicolai.
— ¿Por qué lloras así? ¿Cómo que no fuiste con Nicolai a su luna de miel? No entiendo nada.
— No, yo no viajé a París de luna de miel con Nicolai, él... él se fue solo la noche después de la recepción de nuestra boda, según dijo a un viaje de negocios de muy importante.
—¡¿Qué?! ¿pero que estás diciendo? ¿Cómo se atreve ese tipejo a irse de luna de miel sin ti? ¿me estás jodiendo, Elizabeth? ¿Por qué lo permitiste, amiga? — Taylor, quería golpear a Nicolai, hasta que se cansase de abofetearlo, Eli era una mujer excepcional, era hermosa por dentro y por fuera.
— No lo sé, estaba idiota o ciega, ese descarado seguro que se fue con otra a disfrutar de lo que debió ser nuestra luna de miel y en nuestra noche de bodas.
— Elizabeth... Sé que te estabas guardando para la noche de bodas, pero... Al parecer ustedes dos... Tuvieron acción antes ¿verdad? Pero no te preocupes, pase lo que pase sabes que tienes mi apoyo, ahora lo que importa es que te tranquilices, alterarte le hace daño al bebé
— !¿Bebé?! ¿Cuál bebé? ¡Nicolai y yo nunca hemos estado juntos, jamás hemos tenido intimidad! — En ese momento, a la doctora le vinieron los recuerdos de la noche del bar, la que pasó con ese hombre desconocido que la hizo conocer el cielo y las estrellas. — ¡Fue él...!
— Santo dios, ¿Me estás diciendo que el bebé que esperas no es del patán de tu marido? Pero... Si querías muchísimo a ese hombre, no entiendo, ¿Qué fue lo que pasó?
— Una noche que ya no soporté la soledad, fuí a ese bar,estaba dolida, bebí demasiado, quería olvidarme de que mi esposo se había marchado dejándome el mismo día que se casó conmigo. Estaba despechada, y no se cómo terminé en la cama con un hombre desconocido, le di mi primera vez a ese apuesto tipo.
— ¿Qué hiciste qué? No te lo puedo creer, tú qué siempre has seguido las normas sociales te atreviste a romperlas... ¡Pero que emoción!
— Taylor, mi vida es un completo desastre, me acosté con un desconocido, y ahora estoy embarazada de su hijo, no sé nada de él, ni como se llama, ni donde vive, ¿Qué puede tener de emocionante eso?
— ¡Todo, lo tiene todo! El bebé no es de ese miserable infiel de Nicolai, ese es un hecho magnífico. Divorciate de ese hijo de puta y sigue con tu vida. Ahora tienes que pensar si vas a tener al niño, o si quieres interrumpir el embarazo. ¿Qué harás? ¿Vas a abortar o lo vas a conservar?