Estás soltero por gruñón.
Las palabras de su hermano habían quedado dando vueltas en la cabeza del Alfa. El hombre que tuviera la oportunidad de conocer a tan bella mujer, y que este la dejara ir, era sin duda un verdadero imbécil.
La loba Malika subió como de le ordenó a tomarle las medidas a la doctora, solo que la mujer estaba profundamente dormida, ella tenía una de sus manos puestas en su vientre, como protegiendo algo, no podía despertarla y solo anotó la talla de las zapatillas que estaban a un lado de la cama.
— Alfa Massimo, la doctora estaba dormida, no me fue posible preguntarle nada, ¿Hice mal en no despertarla?
— No, está bien, ella tiene que descansar lo más posible, esta noche nos iremos de la mansión, el vuelo será algo cansado para ella, gracias Malika, le informaré a mi hermano.
Massimo entro al despacho en donde Damiano se encontraba con entrado en su computadora personal, sus dedos se movían con gran velocidad, parecía estar trabajando en algo muy importante.
— ¿Qué pasa Mass