Coromoto había conocido la verdadera amistad en las mosqueteras, ese grupo de mujeres con las que compartió no solo su trabajo en el hospital, sino también momentos de risa, de dolor, de complicidad.
Se habían hecho amigas, hermanas en la lucha diaria por sacar adelante a sus familias, por sobrevivir en un mundo que a veces parecía desmoronarse Pero ahora, al estar atrapada en la red invisible que William había tejido alrededor de su vida, sabía que esas posibles despedidas no serían las mismas y a pesar de las restricciones impuestas por su esposo, Coromoto había logrado ponerse en contacto con sus amigas.Jazmín y Patricia fueron las primeras en recibir un mensaje, aunque sabía que la situación era compleja.William nunca la dejaba sola, a cada paso, a cada conversación, él estaba allí, observando, controlando y su vigilancia era constante.Coromoto se había sentado en su habitación, junto a la ventana cerrada, mientras su esposo se encontraba en l