—Señorita con el respeto que usted se merece sin que vaya a pensar mal. ¿Aceptaría ir a mi departamento? No es la gran cosa, pero ahí podemos conversar. —Está bien García, siempre y cuando no te quieras aprovechar —expresó de manera muy divertida. —No soy de ese tipo de hombres señorita. —Sonrió él de una forma muy especial que hizo que el corazón de Kate, latiera con fuerza. «¡Esto es una locura! Yo jamás he compartido mi secreto con nadie» opinó Katherine. «¿Qué me está pasando con la señorita Blake?» se preguntó Fernando. Obra registrada en SafeCreative: 1904300781890 ©Angellyna Merida, 2018. Todos los Derechos Reservados. Prohibida su copia o reproducción.
Leer másQueridos lectores agradezco el tiempo que se toman en leer mis historias. Para leer este libro es necesario conocer su primera parte que se titula: Un contrato por amor.
La obra está registrada en el Instituto de Propiedad Intelectual de Ecuador con año 2018. Se ha anexado las versiones anteriores y también los bosquejos e ideas de la trama. Por lo que este libro es de mi completa autoría, y no acepto plagio, ni adaptaciones, ni la distribución ilegal del p*f de ninguno de los libros de mi autoría.
Debo aclarar ciertas cosas importantes.
La historia contiene escenas de maltrato y violencia doméstica, no están narradas de manera explícita, sin embargo, hago esta advertencia por si alguien es sensible ante esas cosas.
Esta historia también habla de una enfermedad grave de la sangre que se la conoce como: Aplasia Medular, todo está narrado con la debida investigación y respeto. Decidí tomar este tema porque tuve un familiar que falleció a causa de ella, y este libro es un homenaje a esa persona.
Para quienes me preguntan por los libros de la Serie Romance paso a informarles cuales son, sin embargo, solo Un contrato por amor y Déjame decir que te amo las deben leer en el debido orden.
Libros de mi autoría:
Un contrato por amor: Historia de Nick y Ary. Completa en Buenovela.
Déjame decir que te amo: Segunda parte de: Un contrato por amor. En proceso en Buenovela.
Tengo todo excepto a ti: Historia de Diana y Rodrigo, padres de Santiago Vidal. (Por publicarse)
Cuando seas mía: Historia de Isabela, hermana de Santiago. (Por publicarse)
Si me ves llorar por ti: Historia Alba y Santiago. Completa en Buenovela.
Un café para el Duque (antes: El día que me quieras): Historia de María Paz y Joaquín. En proceso en Buenovela.
Hoy te vuelvo a enamorar (posible nuevo nombre antes: Amantes de luna llena): Historia de Carlos Duque. (Por publicarse)
Dulce Adicción: Historia en Coautoría con mi amiga Xinova Escritora, autora de Entre sombras y tormenta.
No forman parte de la Serie Romance: El color de la venganza: Completa en la plataforma. Y Pacto de amor: por estrenarse.
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Les pido paciencia los libros los voy subiendo poco a poco:
Octubre: Un café para el Duque.
Noviembre: Déjame decir que te amo.
Diciembre: Hoy te vuelvo a enamorar.
Enero: Tengo todo excepto a ti.
Febrero: Cuando seas mía.
Les dejo el cronograma en el que iré subiendo las historias, no puedo hacerlas de golpe, ni dos a la vez, porque ustedes me piden actualizaciones diarias, y yo no dedico el cien por ciento de mi tiempo a escribir, les pido que me comprendan.
Pueden seguirme en redes sociales, busquen en F*. Si me ves llorar por ti by Angellyna Merida.
Saludos desde Ecuador.
Todas las familias reunidas en el centro comunitario escuchaban el sermón que el padre Fausto estaba disertando haciendo alusión al amor de padres a hijos y viceversa. Una vez que la misa terminó la gente abandonó la iglesia excepto las familias que tenían la reunión en el centro comunitario las mujeres trataban de entretener a sus esposos mientras Beto, y Leo, ayudaban a los pequeños con la preparación de los equipos. Beto y Leo, terminaron sus estudios universitarios, Beto también era abogado y trabajaba con Nachito en su estudio jurídico. Leo, era médico, trabajaba en un hospital a más que colaboraba en el centro comunitario y estaba felizmente casado con Tefa. Uno de los pequeños avisó que todo está listo, todos se dirigieron al salón del centro comunitario. Los niños estaban en posición, ansiosos para cantarles a sus padres, quienes se sorprendieron al momento que las notas de «Cuando yo quería ser grande by Vicente Fernández» se escucha
Seis años después. La ciudad amanecía resplandeciente, el cielo iluminando con un sol brillante acompañaba a tan emotiva celebración. Para todas las familias era un día importante, en especial para los hombres de la casa, se celebraba el día del padre. Seis años pasaron en un abrir y cerrar de ojos, en la familia de Ary, y Nick, sus hijos ya eran todos adultos. Estefanía, a sus veinticinco años se empezaba abrir camino como diseñadora. Paolo, a sus veintiún años cursaba el segundo año de arquitectura. Ignacio se graduó con honores en la escuela de Derecho y era un importante abogado: Laura, su esposa recuperó su salud, eran muy felices con sus hermosos pequeños: Adrián, que estaba por cumplir cinco años y la hermosa Sarita, tenía siete. Laurita terminó sus estudios hizo realidad su sueño de ser profesora. Nick, seguía trabajando en la empresa de su familia, a pesar de las duras pruebas que tuvieron que
Fernando, y Smith, iniciaron su empresa de seguridad privada. Max, después de varios meses logró convencer a Rebeca, de regresar con él, ahora podía disfrutar de su esposa y su hijo. La pequeña Ángela, ya caminaba y su padre, el agente García, extremaba cuidados con su niña. Kate asistía a las terapias, claro que después de la muerte de Damián, muchas cosas cambiaron en su interior. Laura, e Ignacio esperaban con impaciencia noticias sobre la adopción, la joven nunca dejó de decirle mamá a Constanza, a quién visitaba casi a diario. Kate, y Fernando, poco a poco iban madurando su relación, no dejaban de tener discusiones que terminaban en fogosas reconciliaciones, ellos se amaban con sus defectos y virtudes, con ese carácter indomable que ambos tenían, pero ahora ya las sombras del pasado no empañaban su felicidad. —¿Es necesario ir hasta Long Lake, Fernando? ¿Por qué aceptaste? — preguntó Kate, algo cansada, hacía días que su espos
Días después.Katherine para no sentirse sola aceptó pasar unos días junto a su madre, mientras su esposo regresaba de aquella misión. Ella y Laura sostuvieron una larga conversación, y se reconciliaron. Gabriela, le había conseguido cita con un terapista, y ese día la joven tenía que enfrentar una dura prueba.—Damián te está esperando quiere hablar contigo —mencionó Laura.La joven observó a su madre con la mirada llena de angustia, sin embargo, era necesario enfrentar a su verdugo, no podía darle más vueltas al asunto.—¿En dónde está? —preguntó con la voz temblorosa.—En su habitación hija. ¿Quieres que los acompañe?—No mamá gracias. Este es un asunto entre Damián Blake y yo...Bl
Los cuatro saludaron, y tomaron asiento. Gabriela empezó a hablar e intentó persuadir a Katherine de perdonar a Damián.La joven trataba de contener las lágrimas, pasaba la saliva con dificultad, los eventos traumáticos de su niñez, se venían a su mente una y otra vez, las manos, piernas, le temblaban, se mordía los labios tratando de mostrar la valentía de siempre, sin embargo, en ese instante le era imposible.—Si te hubieras separado a tiempo de Damián, yo no habría pagado las consecuencias —reprochó Katherine a su madre.Gabriela sintió un gran golpe en su corazón ante el cuestionamiento de Katherine, su hija tenía razón, ella fue culpable por su cobardía, por permanecer al lado de un hombre que no la amaba, entonces la voz de Damián, irrumpió la reunión.—No le reproches a tu madre Katheri
Varias semanas después Gabriela recuperó sus bienes, y eso incluyó la mansión Blake, sin embargo, el divorcio aún no salía, y por pedido de Laura accedió que Damián regresara a su antigua residencia. Laura lo acompañó y explicó que Gabriela, permitió que se quedará en la mansión y que ella estaba corriendo con los gastos médicos. Ni Kate, ni Gabriela, salieron a recibirlo, la habitación fue adecuada con todo lo necesario para la recuperación de aquel hombre. En horas de la tarde Emilia, la madre de Laura, llegó a la mansión Blake, sintió vergüenza de encontrarse cara a cara con Gabriela. Una vez que Emilia, fue anunciada Gabriela, bajó las escaleras para dirigirse a la elegante sala de la mansión. Los azules ojos de Emilia, estaban fijos en el cuadro de unos hermosos girasoles que colgaban en la pared. —Vicent Van Gogh —murmuró, ella sabía bien que era uno de los pintores favoritos de Damián en su juventud a aquel hombre le
Último capítulo