Después de confirmar que las muestras de ADN de Isabela ya estaban en proceso de análisis, Alejandro anunció su plan.

— Tengo un viaje de fin de semana. — dijo con aire casual a todos en el desayuno. — Un viaje a un rancho ecuestre en las afueras. Es un retiro familiar que la firma organiza para algunos clientes importantes. Ámber, por supuesto, vendrás conmigo.

Pero el brillo travieso en su mirada me indicaba que había algo más oculto en eso.

— ¿No crees que es la oportunidad perfecta para que traigamos a Isabela y a Lucas? Así pueden disfrutar de un fin de semana juntos antes del cumpleaños de Isabela ¿No te parece?

La invitación era dulce veneno. Alejandro quería que Lucas y Isabela estuvieran juntos para que el primero tuviera que elegir, en público, entre su amante y su fuente de ingresos. Isabela, herida por la traición de Lucas, vería esto como una oportunidad de reafirmar su poder sobre él.

— Hagámoslo, yo llevaré a Lucas y tú invitarás a Isabela.

(...)

Llegamos al rancho es