Blake
En todos mis años de vida jamás me habían besado. Nunca se cruzó porque mi mente que mi primer beso sería con un humano. Jamás pensé que besar a mi alma gemela se sentiría tan maravilloso. Aún siento la textura suave y tibia de sus labios sobre los míos. Pienso en ese beso y mi corazón se agita en demasía. Quería seguir probando su saliva, pero el aire escaseaba en mis pulmones y debía alejarme antes de que fuera mi tarde.
Cuando sus labios hicieron contacto con los míos, todas mis habilidades se redujeron a la nada. Sus pensamientos dejaron de llegarme y el incesante latir de sus venas dejó de llamarme. Solo podía sentir la dicha que nos embargaba a los dos y esa plenitud inigualable ante el roce de nuestros labios.
He pasado muchos años en la espera de mi alma gemela y ahora que la he encontrado, una parte de mí no se atreve a dejarla ir. Quiero estar a su lado, poder llenarme de él y entregarle mi corazón sin ningún tipo de obstáculos, pero pensar en que su vida corre peligro