Una vez que todos se sentaron alrededor de la mesa de la cocina, con los niños ahora despiertos y jugueteando tranquilamente en sus brazos. Luego se dieron cuenta que sería imposible hablar así que Isabella preparo una manta y colocaron a los peques en el suelo, el ambiente cambió. La cortesía inicial había terminado. Luis respiró hondo, entrelazando sus manos sobre la mesa. Su mirada de fiscal regresó.
—Jacob, Owen, Isabella puedo llamarles así — comenzó, dirigiéndose a cada uno — He revisado el caso contra Emer con lupa. La evidencia es sólida. Charles Emer enfrenta cargos muy graves.
Hizo una pausa, dejando que el peso de sus palabras se asentara. Luego, saco dos carpetas de su bolso les mostró los informes dejando que ellos leyeran y analizarán, y entonces soltó la bomba.
— Pero Charles no quiere llegar a los tribunales o no en su totalidad. Hace dos días su abogado, tocó la puerta de mi oficina. — entonces el saco otra carpeta de su maletín.
El silencio en la cocina fue absolut