Jacob
Era lunes. Y odio los lunes, sobre todo cuándo el fin de semana fue un total desastre.
Hoy, no solo estaba de un humor de perros, sino que además tenía la sensación de que el universo conspiraba en mi contra. El reloj no sonó por lo que me quedé dormido,la ropa que normalmente llegaba de la tintorería a primera hora sufrio un retraso, así que los trajes no llegarían antes del medio día. Por lo que pensé que ¿Conducir? Ni loco. Llamé a mi chofer habitual mientras suspiraba como un adolescente obligado a ir a clase. El programa ya estaba grabado, listo para emitirse en unas horas, así que técnicamente… ¿para qué ir? Así que le dije que solo manejará por un rato hasta que me decidiera. Mis pensamientos se desviaron como era natural hacia ellos.
Owen había pasado todo el fin de semana en el restaurante, al borde de un colapso nervioso por algún evento importante y el retraso en los envíos. E Isabella… bueno, de Isabella no sabíamos nada. Tres días desaparecida. Lo justo para que