Marina
El tiempo con una tortuosa lentitud dentro de la mansión y con cada minuto que corre yo siento que mis nervios se hacen más grandes.
Y todo se debe a que ya lo he decidido, voy a contarle todo a Salvador, no importa si Federico aún no tiene la ubicación o el registro de la persona detrás de las llamadas y mensajes, yo simplemente no puedo seguir viéndolo a la cara sin decirle todo lo que está pasando.
No tengo ni idea de qué es esto que ha empezado a formarse entre Salvador y yo, pero debo admitir que cada día me siento más atraída hacia el hombre que estoy conociendo y no me refiero solo a una atracción física.
Hay… Hay sentimientos de por medio, sentimientos que ni siquiera entiendo en qué momento empezaron a formarse, pero que ya no puedo ocultar o negar.
Y es justo por eso que llevo todo el día dando vueltas de un lugar a otro de la mansión, buscando la manera de ocuparme en algo para no ponerme a pensar demasiado en esto.
Cuando le dije a Federico lo que iba a hacer, este s