El hecho de que Donovan lo ignorara terminó por hacerlo enfadar. El vampiro me tomó de la mano, guiándome hacia la salida sin darme tiempo siquiera de decir algo.
Me despedí de Elliot con mi mano libre, quien solo soltó algo parecido a un gruñido. ¿Elliot no era también un lobo? Por alguna razón, en este momento me resultó un poco... sexy. Se veía mucho más atractivo con ese aspecto salvaje, pero decidí ahorrarme el comentario al sentir el apretón en mi mano.
—¿Qué? —repliqué hacia él.
Me miró con enojo, entrecerrando sus ojos hacia mí. Él había dicho que no podía leer mi mente, pero si sentir mis emociones. ¿Eso también contaba cuando consideraba a alguien sexy?
—Descarada.
Su tono fue una advertencia, una que decidí ignorar.
—Es un poco atractivo. ¿Cierto? —le pregunté.
—Así que ahora vas a coquetear con otros frente a mí —alzó una ceja.
—No con otros, solo con Elliot.
El beso me tomó por sorpresa. Me tomó el rostro entre sus manos y su lengua invadió mi boca antes de que pudiera re