En las sombras la noche, tres hermanos vampiros — Alec, Gabe y Alexander — se enfrentan a un mundo de intriga y peligro. Unidos por la sangre y el deber ancestral, juran proteger a las mujeres destinadas a ser sus compañeras. Cuando estas mujeres son llamadas a una misión que amenaza sus vidas, los hermanos Dracul se ven obligados a enfrentar enemigos antiguos y oscuros dispuestos a todo por evitar que se cumpla el destino. En una batalla épica entre el deber y el deseo, Alec, Gabe y Alexander lucharán no solo por el amor, sino por la supervivencia misma en un mundo donde la noche es eterna y los secretos mortales acechan en cada sombra.
Ler maisEmily Gold estaba a punto de casarse. Claro que aquella boda no era real, pero se llevaba a cabo para que ella, pudiese escapar de su madre. Una de esas mujeres que no se le desean ni al peor de nuestros enemigos y no exageraba ya que su relación nunca había sido buena, para ella siempre fue un estorbo, una criatura que nació solamente para incomodarla. Y no es que se sintiera triste, de verdad que no, porque una persona no podía realmente extrañar aquello que nunca había tenido así que vivir lejos de ella y de sus tratos déspotas, sería increíble.
Emi era hija única, su papá la amaba pero no la amaba, es decir, un padre amoroso jamás permitiría que su pequeñita sufriera tanto a manos de la persona que, en teoría, debería de amarla. Y él, estaba tan enamorado de su esposa que entonces, se hacía de la vista gorda ante los horrores que Emi vivía. Pero no todo era completamente malo, pues contaba con el apoyo de su abuelito, August. Pero aunque lo amaba, si se permitía ser honesta, no era suficiente para quedarse en casa ya que su querido viejito, ni siquiera vivía con ellos.
Lo único malo de todo aquello era que su abuelito, no soportaba a su prometido, y eso que Michael era un verdadero encanto. De ahí que no estuviese muy animada en ese sentido, porque una vez que uniera su vida a Michael, no vería tanto al abuelo salvo, que fuese a visitarlo sola, porque en teoría, todos pensaban que aquel matrimonio era real.
La cosa es que solo Emi, podía crearse situaciones tan complejas, pues Michael no era solo su amigo, sino que a la vez, era uno de los mejores amigos del hombre al que ella amaba con todo su corazón y con el cual nunca podría casarse.
No es que no lo hubiese intentado, ¡santo Dios! Si no existía una sola persona en su círculo cercano, que no fuese consciente de la campaña de acoso que había mantenido para llegar al corazón de Alec Dracul. Y este, había dejado muy en claro, que no la veía más que como a un pequeño marimacho y que además nunca estaría a la altura de su apellido y de su mundo.
¡Idiota, pomposo, engreído!
Solo porque tenía un apellido realmente famoso, no significaba que fuese mejor que ella.
Y claro que el rechazo le dolió, no solo en su amor propio pues trajo a flote todas sus inseguridades, sino porque de verdad lo amaba. No entendía bien que fuerza de la naturaleza, la hacía querer estar con él sí o sí.Y cada vez que pensaba en el apellido Dracul, fantaseaba con que Alec era un vampiro que veía en ella a su compañera predestinada. Y la culpa de todos aquellos pensamientos infantiles la tenía no solo el apellido de su amado, sino las emociones tan dramáticas que tenía por él.
Las novelas de fantasía describían la unión de compañeros como una necesidad imperiosa de estar con el otro, como una quemazón que la atacaba y quería consumir. Y aquello definía a la perfección lo que sucedía en su corazón.Pero él no era un vampiro y ella, solo era una mocosa hormonal.
A su favor, y para salvaguardar algo de su honor, parte de la culpa la había tenido Alec, porque por meses le dijo palabras bonitas, la hizo creer que la amaba, le dijo que pasarían la vida juntos y por alguna extraña razón, la noche en la que supuestamente iba a proponerle matrimonio, se dedicó a humillarla.
Después de eso y aunque coincidieron en diferentes actividades pues la familia Dracul era dueña de la empresa en la que trabajaba su padre, la relación entre ambos se volvió fría. Y cuando se daba cuenta de que él la observaba, Emi notaba que Alec parecía triste pero no volvería a buscarlo, había aprendido por las malas.Pero retomando el tema de la boda, ni Alec ni nadie podría decir que Michael era un amigo desleal ya que la enamorada había sido ella y no Dracul, además, tanto Emi como Michael tenían situaciones que ameritaban conseguir una boda.
La de él, si se quería era más compleja.
Su padre estaba a punto de morir y su último deseo era el de verlo casado y Michael era gay, no se atrevía a decirle la verdad y por eso, estaban a punto de “unirse” en sagrado matrimonio.
La noche anterior mientras cenaba con Michael, charlaron sobre la boda. Jack Gold no estaba realmente convencido de que aquello fuese en verdad cierto así que solo tenían una opción.—Llámalo, Emi.
—¿Has perdido la cabeza? Alec me masticará y luego me escupirá viva, es un hombre con el que definitivamente no quiero meterme, han pasado años desde que charlamos. —Créeme que es necesario. —No va a importarle. —¿Estás segura? Lo conozco y sé que llamará a tu padre, y recuerda que lo que buscamos es darle más realismo a nuestra sagrada unión. —No quiero.Michael se acercó a ella y tras ayudarla a ponerse de pie la estrechó entre sus brazos. La amaba, era muy importante en su vida aunque había luchado para que no fuera así.
—Sé que te aterra el que te diga que no le importa.
—Eso sería lo mejor. —Sigues soltera porque le entregaste tu corazón. —Michael… —Si Alec te dice que le da igual, te romperá en pedazos de nuevo y lo mataré. Sé lo que esta llamada significará para ti y lo lamento, pero si no fuese necesario, no te lo mencionaría. —De acuerdo, pero no le diré sobre mi secreto, sobre lo que me sucedió de niña. —Mira, por más que me siento alagado de saberlo, creo que si él acaba siendo algo más que un conocido, debería saberlo. —Maté a varios hombres. —No, eras una bebé de menos de seis años, que fue vendida por tu madre, y que, por alguna cosa rara de la vida, tenía poderes raros y sus atacantes murieron calcinados. —Es muy raro. —Mira, que seas rara significa que aceptarás las rarezas de Alec. —¿Rarezas? —Él mismo te lo dirá.Emi pasó la noche en vela, mirando fijamente el techo. Compartía la misma opinión de Michael sobre esa llamada pero sus manos temblaban tanto que apenas si podía sostener el teléfono.
Llamar a Alec Dracul para informarle de la boda, era una cosa rara, meditaba mientras consideraba la posibilidad de no hacerlo. En teoría, —una que ella tenía completamente clara —, no debería interesarle lo que pensaba, pero por otro lado, ansiaba saber si él del todo, no estaba interesado en ella.
Era algo similar a tener un diablito bueno en un hombro y un angelito en el otro. Claro que le dolería descubrir que le valía un kilo de chorizo el que ella estuviese a punto de casarse, pero por otro lado sería algo bueno, glorioso, maravilloso, descubrir que la amaba con locura y que al enterarse enloquecería por haber sido un idiota con ella.
Así que era un juego peligroso, con dos únicas posibilidades. Y no es que si este le dijera que la amaba, pensase en suspender todo, pero sería una especie de victoria personal.
Imaginarlo sufriendo resultaba demasiado agradable. ¡Ojalá llorara al menos la cuarta parte de lo que ella lloró aquella noche!Y bueno, las posibilidades de que sufriera, de acuerdo con Michael, eran fuertes, y su amigo no consideraba que hacer aquello estuviese mal, ya que estaba bastante intrigado, pues tampoco entendía cómo había podido tratarla tan mal, y luego, pasar los días hablando de ella con amor. Y lo conocía bien, Alec era un hombre misterioso, posesivo y cínico, que nada más terminar la charla con ella, llamaría deprisa a su padre para corroborar que era cierto todo eso de su matrimonio.
¡Y lo que ella daría por verle la cara!
Si Emi se basaba en lo que conocía de él, actuaría posesivo. Porque lo era, si un hombre la miraba, Alec gruñía, si un socio de la empresa la miraba, gruñía, era como de la línea: Ni mía ni de nadie.
¿Cómo acabó conociéndolo? La familia Dracul poseía una empresa de importaciones en la que Jack, el padre de Emi era uno de los socios mayoritarios, y Dracul, empezó a participar de forma activa hasta más o menos la época en que Emi cumplió dieciséis años.Alec en aquel momento no parecía mayor de veinticinco años y contrario a lo que pensó pues era bastante insegura, cuando lo vio en la oficina de su padre, mostró un abierto interés hacia ella. Y aunque nunca dio un paso más allá de su posición rígida y fría, su mirada la seguía por todas partes.
Pero lo suyo en definitiva, —se repetía Emi una y otra vez, durante cada segundo de su día—, era simplemente un enamoramiento adolescente. Porque era risible tan siquiera considerar la posibilidad de que Alec le pidiera matrimonio algún día.
No ayudaba a que la viese como una posible candidata a esposa, el que al inicio actuase como una adolescente hormonal, ¡pero es que era una adolescente hormonal!
Y como tal, se aseguraba de estar en la oficina apenas acababa sus clases en casa, pues no asistía al colegio, sino que tenía tutores. En más de una ocasión, se quedaba dormida en el sofá de la oficina de Jack y al despertar se encontraba con alguna manta encima y con un café y pastelillos en la mesita frente a ella.
Pensaba que era su papá hasta que un día abrió los ojos apenas sintió que la cubrían y encontró a Alec a su lado. Después de saberse descubierto siempre le daba miradas llenas de promesas de amor y contra todo lo que creyó, cuando alcanzó la mayoría de edad le confesó que la amaba y salieron varias veces.
La noche en que iba a pedirle matrimonio o al menos entendió eso por las cosas que le dijo, todo acabó mal. Pero es que de verdad, que le hizo creer que aquella noche se convertiría en su prometida.
¡Vaya fiasco! Y lo recordaba con total claridad pues aún le generaba dolor e ira. El día anterior a la cita, le dijo que empezarían una vida distinta, que estarían juntos durante la eternidad.
Y no es que malinterpretara sus palabras, ¿Porque qué otro significado podrían tener?Aquella fue la primera vez en su vida, que se arregló de forma femenina, quería mostrarle que era algo más que la joven de zapatillas deportivas.
¡Cuan idiota fue!Tras esperarlo de forma tan ansiosa que parecía como si estuviese por darle un ataque cardiaco, este llegó a su casa. Jack abrió la puerta e intercambió algunas palabras con Alec y por el lenguaje corporal de ambos, Emi supo que no había sido algo agradable. En el auto, Alec iba en silencio y sus manos, agarraban con fiereza el volante mientras líneas de tensión surcaban su rostro, por lo que en definitiva fue un viaje incómodo. Aquella, había sido una advertencia de que las cosas no acabarían bien. ¡Y como lamentó el haber ignorado a esa vocecilla interna!
Cuando Blaire cerró los ojos, Miguel bramó su ira al cielo, varios ángeles y arcángeles descendieron para acompañar a uno de los suyos en el dolor. Alexander por su parte, quiso gritarle al universo, pero la situación era delicada. Así que recogió el cuerpo de su ratoncilla, Korvoz el corazón y partieron hacia el inframundo. Cuando llegaron, Gabe tenía una cúpula transparente para Blaire y una urna de oro para su corazón, mismo en el que empezaría a trabajar Colmillitos, para retirar los cabellos de ángel de Zacharías y así, purificarlo. Ver ahí a su ratoncilla fue algo difícil de hacer, el vínculo ya inexistente quería hacerle cometer una locura, pero debía hacer lo que le prometió y escuchar a Khorne. Este les esperaba en el salón principal del palacio. Kor y Gabe custodiaban los cuerpos. Lucifer y Amón, se habían unido a ellos.—Blaire me ha pedido que confíe en ti. —empezó Alexander.—Así debe ser. Hace eones mi hermana murió a manos de Zacharias. Ella no era de alto rango, no e
Gael, Christie, Lucien y Gabe, se presentaron a la en casa de Alexander y Blaire unas horas después, no en calidad de familia sino como los líderes de los cazadores de almas. Aparentemente las cosas habían dado un giro total, y si no lo intuían por la ira en sus rostros, lo hacían por la energía que manaba de ellos.—¿Qué pasa?—Salomón está muerto.Blaire supuso que aquel era motivo de festejo, el malvado rey había muerto y muchas de las cosas, como por ejemplo el lazo que el antiguo rey mantenía con el grimorio no existía, pero para ellos, aquello no era bueno.No señor.—¿Qué sucede?—Quien le ha asesinado es Gaetano.—Sí, y ahora tememos por la verdadera lealtad de Kellen, ya saben que en el pasado debió ejecutarlo y no fue así, y sabemos, que Kellen es uno de los inmortales más poderosos.—¿Temen que, de verdad, pueda traicionarnos?Christie estaba furiosa con sus compañeros, tanto que estaba llorando, asustada de que ellos pudiesen pensar que su hermano era un traidor. Así que B
Luca se integró al trabajo y congenió bien con Blaire. Conocía técnicas de lucha que Khorne jamás podría manejar y durante la primera semana logró que Blaire no perdiera ya el aire al luchar, que sus movimientos fuesen precisos, pero a diferencia de Khorne que la enseñaba solo a defenderse, Luca la estaba convirtiendo en una máquina de matar y eso le daba paz a los demás.Dragos apareció unos días después, y miraba a Blaire con seriedad, había estado fuera desde lo sucedido días atrás y ella, quería extenderle una buena disculpa.—Lo lamento, sé que su familia te ha servido por eones.—Te puso la mano encima. Ahora bien, mi ausencia se debe a que me he reunido con Khorne.—No lo entiendo.—Blaire, al principio cuando vi cómo eliminabas a Khorne me pregunté si necesitaríamos drenar tu poder. No porque piense que puedes atacarme o a los míos, sino porque eres joven y ese poder acabaría consumiéndote. Aparentemente tú no asesinas, o al menos no de forma negativa. Khorne despertó en el I
Tras la reunión, Dmitri acompañó a Blaire al pent-house que compartía con el ejecutor, pues quería buscar cosas que eran importantes para ella. —Dmitri…—Dime pequeña.—Siento que hay muchos cambios, Khorne ya no me entrena, creo que se ha rendido conmigo. Y no quiero avergonzarlos, mírame, con un demonio/vampiro y un arcángel como compañeros. —No estás llorando.—¿Por qué lo haría?—Porque si realmente te sintieras así, tus emociones estarían a flor de piel. Lo que sientes es confusión, hay demasiados cambios en tu vida. Y no ha de ser fácil ser compañera de dos seres como Alexander y Miguel.—Sí, tienes razón, pero él me dijo que, si sigo así, solo entorpeceré sus vidas.Miguel apareció en media sala viéndose realmente molesto. Nadie iba a hablarle así a su compañera. Era ya más terrenal que arcángel, en cuanto a emociones se refería. — ¿Quién te dijo eso?—Miguel, no pasa nada.El arcángel se puso a su lado, de rodillas y le acarició con gentileza el rostro. —Habla conmigo.—So
Korvoz esperaba en la meta a su compañera y al ver a Miguel y a Amón, sospechó bastante.—¿Qué hacen aquí?—Esperar a mi compañera—empezó Miguel—he sentido la magia en Emily y Christie, así que le he dado una ayudadita a Blaire.La guerra de miradas duró unos segundos, los tres de pronto, estallaron en carcajadas.—Miguel, me gustaría que los problemas de nuestras compañeras fuesen de este tipo solamente.—Lo sé, esto de amar es nuevo para mí, ¿saben?—¿Cómo lo llevas?—Es aterrador, pensé que lo que veía arriba como un celestial, era algo que un humano jamás podría afrontar, pero, ahora que conozco lo que es el miedo de ver herida a Blaire, te digo que me siento preocupado.—Blaire es un ser de luz, Miguel. Llegó a la vida de mi hermano siendo solo una niña y ella…Durante unos minutos, Korvoz le contó toda la historia, misma que hizo que el arcángel abriera los ojos con mucha sorpresa.—Ahora entiendo ese vínculo. Y se siente igual que el tuyo con Emi, ambas parejas tienen una unión
El verano había sido una de las épocas favoritas de Blaire, cuando esta no era mayor de catorce años. Porque significaba que, en la noche, no tendría frío. Ahora, sin embargo, mientras veía las zapatillas deportivas y demás enseres que le tenía su hermana Emi, sentía todo menos emoción.Ser delgado—definitivamente—no significaba tener buena condición física. Claro que sus entrenamientos con Khorne, quien ahora estaba de vacaciones, le habían ayudado, no, sin embargo, como para una carrera larga.Blaire miró a sus hermanas con curiosidad. Las cosas habían cambiado un poco durante las últimas semanas. Tras la muerte de Carlos Aragón, llegaron a la decisión de que los peligros inmediatos habían desaparecido ya que tanto el rey Salomón como Zacharias, necesitaban que llevaran a cabo la ceremonia, por lo que nadie vendría tras ellas.—¿Estás segura?—Blaire, ¿qué es lo que puede salir mal?Christie hacía un gran esfuerzo por no reírse, había estado escondida en casa de Gael, pero ya no era
Último capítulo