Donovan
Dejar a Juliette ir a dormir fue un poco complicado para mí. Sabía que ella necesitaba descansar, después de tan largo viaje. Sin embargo, estaba tan nervioso por tenerla aquí, en mi hogar.
En este castillo crecí y todos los que aquí habitaban me eran leales, sin embargo, eso no calmaba mi ansiedad.
Si alguno se atrevía a poner un dedo sobre ella, cabezas comenzarían a rodar.
Desde que me convertí en el monarca, nunca me quedé en un solo sitio. Viajando por todas partes en el mundo, vigilando los diferentes territorios de los vampiros, molestando a los lobos y simplemente huyéndole a mis responsabilidades. Por eso el castillo estaba un poco abandonado. Solo tenía el personal necesario para lidiar con todo el lugar, concentrándome en la protección.
No quería que nadie supiera dónde me encontraba, al menos por un tiempo mientras Juliette se adaptaba.
Me encontraba en mi despacho, bebiendo whisky para calmar mis nervios y revisando todos los papeles que tenía frente a mí. Debía