Las historias de vampiros siempre han sido cuentos de terror. Los seres sobrenaturales no abarcan mucho más que el mundo ficticio de la mayoría de los humanos que son inconscientes de su existencia real en el mundo, porque no conocen las profundidades de la oscuridad como muchos otros. Esto es porque existen organizaciones que procuran el equilibrio y la supervivencia del ser humano en cuanto a estas razas se refiere y que podrían fácilmente desaparecerlos de la faz de la tierra. Pero nadie comprende aun las bases de su oscura existencia y mucho menos el por qué estos seres son tan agresivos. Pero así son los seres humanos. Les aterroriza cualquier aspecto que amenace su existencia sin importar que esta sea la cadena alimenticia, la supervivencia del más fuerte: la realidad del mundo animal al que creen que no pertenecen. Y ellos se defienden de esos "monstruos", arrinconándolos hacia la extinción. Hay más de un Drácula y una Draculina en el mundo, pero no todos son iguales. Ellos temen al poder más grande. Ellos temen a la divinidad.
Ler maisTodos se habían tomado incontables fotos desde que entraron a esa organización, pero ella era de las personas que más las atesoraban, y en este caso especial, esta fotografía era una cosa sumamente importante para ella.
Estiró la mano derecha con mucho cuidado antes de tomar el retrato, pudo parpadear suave y lentamente para dejar este sobre el mueble. Pero estaba bocabajo, justo como lo dejaba cada noche para salir a trabajar y así cerró la puerta dejando la habitación oscura mientras se acomodaba los guantes.
Silencio.
Todos la observaban mientras se preparaba con esa tranquilidad. Tomó un par de espadas gemelas y las guardó en la funda que estaba amarrada a sus hombros, sosteniéndose en su espalda. Luego tomó un par de revolver plateados que los dejó a los costados de cada pierna, su trabajo empezaba en diez minutos pero ella estaba muy tranquila.
Se giró una última hacia el espejo: pantalones de piel, oscuros y ajustados al cuerpo, luego lo que parecía ser un simple chaleco de piel, sin siquiera algo debajo, aquél cinturón que sostenía su pantalón, las armas, los guantes sin dedos y, entonces, decidió que estaba total y absolutamente para salir. Recordó que su reflejo no existía y un hombre se limitó a acercarse y entregarle un largo abrigo negro que cubriría la evidencia de sus armas.
—Es hora —informó él, a modo que ella solo pudo asentir emitiendo un suspiro, para ponerse rápidamente el abrigo mientras emprendía camino.
—A por ellos, Xander.
—¿Cómo? —en aquella ocasión Gabriela se vio atónita, separándose para ponerse de pie ante ella—. Sabíamos que él estaba con Drui, pero…—Sospecho que eran sus soldados los que enviaron a pelear contra nosotros —explicó, mirándola hacia arriba—. Oroqui no solo fue quien hizo oficial nuestro matrimonio, en términos ceremoniales: él sostuvo la puerta cuando yo salí de ahí. Me temo que no tenía la fortaleza física o mental para traerlo conmigo.
Cuando los parpados de Yuki se separaron ella inmediatamente reconoció la habitación en la que estaba… aquél espacio confinado al que la enviaron tan solo para catalogarla como una herramienta. A estas alturas ese título era estúpido e innecesario pues ella no tenía ni siquiera la oportunidad de ser considerada el tipo de amenaza que en ese momento era. Estaba cubierta por una sábana pero nadie se había atrevido a tocarla para limpiarla o para vestirla, por lo que ella agradeció en silencio que pudiera revolcarse en el recuerdo de su desgracia con la evidencia en su cuerpo, pero no pudo llorar ahora.Se quitó de encima la s&
Cuando Yuki abrió sus ojos la habitación seguía a oscuras. Sabía que cuando mucho eran las tres de la mañana pues su ceremonia de matrimonio se había celebrado a la media noche, pero aquello no era tan importante como parecía…Su cabeza dolía casi tanto como todo su cuerpo, mientras que su brazo derecho parecía especialmente adolorido. La mejilla derecha de Yuki estaba contra el suelo y ella apenas había sido cubierta por la sábana en que estaba enredada desde un inicio. La recámara se había vuelto un caos en aquél instante que la habitación se había iluminado con tanta fuerza para v
Claro. Yuki estaba nerviosa. Esa misma noche se había enterado que se casaría o, más bien, había tomado la decisión de acceder a su propio y destinado matrimonio. Pero lo más inesperado fue aquella dulzura que él todavía tuvo para regalarle a ella en todo momento, como aquella noche previo a asesinarla. Él mostraba un cariño que era ardiente, que hacía que cada toque de sus manos se sintiera como fuego contra su piel incluso siendo tan suaves y atentos, tan cariñosos y cuidadosos. Él tenía ese algo especial que a ella le hacía sentir todo.Ella había conocido las mariposas en el estó
Yuki no había notado que las voces de todos los sirvientes habían continuado cantando para ellos todo el tiempo pero la voz de Oroqui se había impuesto más fuerte que las de todos ellos… sus heridas se sanaron por sí mismas tras beber la mezcla de sus sangres y cuando se dio cuenta la mano del pelinegro había tomado la suya, la que permanecía desnuda, para traerla consigo escalones abajo con mucho cuidado. Y el sacerdote los observó, como si fueran un par de enamorados, desplazándose hasta el centro del salón para que él colocara una mano en la cintura de ella y con la otra sostuviera su mano.—La sangre que ha
Estaba temblando. No se dio cuenta de que había estado temblando todo ese tiempo hasta que se miró a sí misma, pero ella estaba temblando a más no poder. Y en el momento en que lo notó su mano izquierda quiso detener la derecha, pero estaba demasiado en pánico. Su cuerpo sentía una emoción extraña que ella misma no recordaba que hubiese tenido en muchas ocasiones en el pasado, pero igual intentó frenarse con desesperación pues no concebía el hecho de que su cuerpo estuviese tan asustado y excitado a la vez. ¿Qué le pasaba?
Último capítulo