Ilya Petrov es un hombre marcado por su sangre mezclada. Hijo de un vampiro y una mujer loba ha sido abusado toda la vida por su origen. Ahora, es el ejecutor de un clan de vampiros de Nueva York, despiadado y letal. Cuando es herido en una emboscada, Cassandra Whelan lo ayuda. Ambos desconocen que sus destinos están entrelazados e Ilya deberá elegir entre la luz o la oscuridad. Todos Los Derechos Reservados.
Leer másEsto Es Un Desastre
Ilya Petrov pestañeó lentamente como si sus párpados pesaran demasiado. Aún estaba aturdido por la fiebre de la Luna que lo había dominado la noche anterior.
Maldita Fiebre, pensó gruñendo por lo bajo.
Como mestizo de vampiro y hombre lobo, jamás esperó que la luna llena lo afectara incluso más que los de raza pura. Desde los cinco años, fuertes ataques de rabia controlados por sus instintos primarios lo golpeaban cada luna llena desatando la violencia y la rabia que tenía adentro.
Si, rabia, furia. Odiaba a todo el mundo y las partes de su raza como no podía explicar. Su madre, una mujer loba hija de la manada Luna Negra debía casarse con el hijo del alfa de Moon light o eso era lo que todos creían hasta que, en su cumpleaños número dieciocho ambos prometidos se vincularon a alguien más. Él a una omega de su misma manada y ella a un vampiro de linaje real cuando el príncipe Dimitri fue a visitar su manada.
Ninguno pudo controlarse debido al vínculo y el la reclamó esa misma noche embarazándola de Ilya. Cuando la noticia se descubrió, el príncipe tuvo que regresar a su clan sin poder verla. Sus padres prefirieron soportar su furia al ser separado de su compañera a que fuese asesinado por el padre de la loba quien estaba furioso.
Su madre, en cambio, fue arrestada y exiliada de la manada dejándola en la frontera con una ciudad humana. Un vampiro que trabajaba para un clan de mercenarios, que hacía los trabajos sucios de los clanes de vampiros en Nueva York la recogió para usarla como prostituta, pero Luka Ivanovich, el jefe del clan la reconoció cuando fue llevada ante él.
Una princesa lobo embarazada de un vampiro era una moneda valiosa para la familia real. Sobretodo si el príncipe Dimitri no conocía la existencia de su hijo y la madre. Ambos se convertían en su carta de negociación si en algún momento las cosas se ponían mal.
Ilana fue llevada a una casa segura que sólo unos pocos conocían y fue dejada ahí hasta que dio a luz. Esa noche, Ilya nació y se convirtió en un rehén siendo inocente. Debido a que era de raza mezclada, no tenía rasgos definidos de lobo o vampiro por lo que nadie se atrevió a definir el lado que dominaba.
A medida que Ilya creció, fue separado de su madre y llevado a la mansión de Ivanovich donde fue maltratado y abusado por la gente de Luka, viviendo en el sótano con apenas la comida para sobrevivir.
No fue hasta que cumplió ocho años que un evento cambió su realidad de ese momento. Uno de los hombres de Luka fue a alimentarlo, pero sólo le arrojó la comida al suelo y lo pateó. Ilya sujetó su tobillo con una mano con los ojos dorados y los colmillos expuestos. Con rápidos movimientos, saltó sobre el hombre y le desgarró la garganta con los dientes.
Cuando fue llevado ante Luka, con la ropa sucia y desgastada, el cabello largo sin cortar desde su nacimiento y la boca manchada de sangre, lo que vio Ivanovich fue poder. Un poder de la fuerza de las dos razas combinadas y el desafío de quien sabe que es más fuerte y mejor. La mirada que vio en el niño era tan calmada como el mar antes de que se desatara la tormenta.
Tomando una decisión arriesgada, Luka tomó al niño bajo su protección y lo entrenó como el más fuerte de sus soldados. Lo educó con tutores en distintos ámbitos del conocimiento para hacerlo aún más letal. Un ejecutor que podía moverse en todos los círculos, no lo verías venir. Su porte y atractivo lo hacían seductor y sus víctimas bajaban la guardia hasta que era demasiado tarde. Nunca le mencionó su origen, sólo que su madre estaba bajo su poder. Una orden de Luka frente a un error o desobediencia y su gente la mataría sin dudar.
Esa fue la manera perfecta para controlar a Ilya ya que su madre era lo único que recordaba de su familia y, aunque sólo estuvo a su lado pocos años, causó una marca indeleble en el niño.
Ahora, a los veintisiete años, era el ejecutor del Clan Carmesí. Un grupo de vampiros que cruzaban la línea moral para sus propios fines. No les importaba matar, robar, prostituir o usar cualquier medio para lograr sus objetivos. Bajo el mando de Ivanovich era un grupo al que acudían vampiros y otras criaturas sobrenaturales para arreglar desastres o encargarse de trabajos que no querían hacer o para que sus manos no quedaran manchadas de sangre.
Ilya abrió los ojos con un dolor de cabeza que taladraba sus sienes.
M****a, pensó. Lo último que recordaba era a la joven que le traía la comida y él sintió su aroma. Un aroma a hierba fresca después de la lluvia y entonces, todo se fue a negro. No recordaba más.
El joven estaba acostado en la cama del ático de la casa de la joven donde ella lo había traído cuando lo encontró herido atrás de su tienda. Estaba desnudo y sintió que no estaba apoyado en las almohadas. Giró la cabeza para orientarse y se paralizó. Estaba acostado entre las piernas de la joven usando su muslo como almohada y frente a él, una marca fresca de mordida en la carne interior del otro muslo. Deslizó la mirada un poco para encontrarse con la entre pierna de la joven y los rastros de lo que había hecho la noche anterior. Era imposible negar que se había venido dentro de ella.
Ilya se llevó la mano al rostro en un intento de despejarse. Esto no podía estar pasando. Jamás había perdido el control de esa manera en una luna llena. Aunque la fiebre lo golpeaba con fuerza, aun podía estar en sus cabales lo suficiente para no tomar a una hembra cualquiera. Incluso, si hubiese sido su compañía de esa noche, jamás la habría mordido.
Para un hombre lobo o vampiro, marcar a una hembra eran palabras mayores. Destinada o elegida, una vez que la marcabas no había vuelta atrás. El vínculo se volvía real y ambos compartían emociones, sentimientos y por lo que había oído habilidad.
Como mestizo, Ilya sabía que eso sería difícil para él. Mitad vampiro y mitad lobo, tenía la agilidad de la oscuridad vampírica al igual que su vista mejorada. De su herencia de lobo, tenía el cuerpo ancho de piel aceitunada, fuerza física y la impulsividad dada por los instintos de caza. También podía estar a la en la luz del sol, aunque por poco tiempo ya que su piel ardía y sus ojos se lastimaban enrojeciendo y limitando su visión. Además, en el mundo en el que vivía, las mujeres no eran las indicadas para compartir su vida. Su realidad era el lado oscuro y decadente de la naturaleza.
Con un suspiro se movió con cuidado para no despertar a la joven que dormía profundamente. Tuvo que contener una maldición cuando vio las marcas de mordidas y chupones que le dejó en todos lados. Parecía que no se había contenido en lo absoluto y agradeció que su frágil cuerpo lo hubiese soportado.
Tomó la sudadera y los jeans que la joven le había conseguido para cambiarse ya que sus ropas estaban rotas y manchadas de sangre y se vistió con rapidez. Tenía que irse antes de que despertara. La había cagado a lo grande y mientras ella no supiera su identidad o donde vivía, sus vidas seguirían caminos separados.
Pero recordó la marca.
Al diablo, era una humana que trabajaba en una tienda de cosmética natural con su tía ¿Qué podría pasar? Vida tranquila y suburbana. El vínculo no lo arrastraría si ella seguía viviendo como hasta ahora. Tal vez, tendría problemas cuando quisiera tomar a una mujer, ya que el dolor sería para ambos. Una vez marcada una hembra, la infidelidad del macho era castigada por meter la polla en una mujer que no era la suya impidiendo la erección. Jodida diosa de la luna. Era muy perra, pensó Ilya con una mueca.
Con una última mirada, Ilya bajó las escaleras y se marchó de la casa de tres pisos para continuar con su vida y encargarse de los bastardos que le tendieron la trampa. No los dejaría salirse con la suya.
Un Nuevo HogarIlya condujo por el camino rural, rodeado de árboles que se alzaban majestuosos a ambos lados. El aire fresco de la mañana se colaba por la ventana del coche y Cassie sonreía tranquila a su lado, atenta al bebé dormido en su silla en el asiento posterior, ajeno a la belleza de los paisajes que pasaban rápidamente. Sabía que este momento de calma era algo que tanto ella como Ilya necesitaban, un respiro lejos del bullicio de la ciudad.El coche se desvió hacia una carretera privada y, mientras avanzaban, Cassie vio a lo lejos lo que parecía una mansión imponente. Una construcción de ladrillo rojo, rodeada por un extenso jardín que se extendía hacia el río, la cual reflejaba la luz del sol como un espejo. La majestuosidad del lugar la dejó sin palabras.La mansión se alzaba con una elegancia silenciosa, pero imponente, como si hubiera estado esperando ser habitada por alguien que pudiera ver su belleza, entender su historia y darle
Acompañando Al Yerno Al trabajoIlya detuvo el coche frente al edificio industrial que había estado arrendando para su empresa, la nieve cayendo de manera constante sobre la ciudad de Nueva York, creando una capa espesa que cubría el suelo. El viento helado soplaba entre los edificios y el aire frío parecía cortar la piel. En el asiento del copiloto, su suegro Kiran se veía completamente fuera de lugar.El hombre siempre había tenido una fascinación particular por vestirse de una manera que no correspondía con el clima neoyorquino. Hoy no era la excepción. El hombre, de cabello rubio y piel bronceada por naturaleza, lucía un enorme abrigo claro de lana, su cuello alto cubriendo parte de su rostro, pero lo que realmente llamaba la atención era su descomunal atuendo que lo hacía ver aún más fuera de lugar en medio de la tormenta invernal.Ilya
El tiempo pasó con calma, pero la paz que Ilya, Cassie y sus seres queridos habían encontrado continuaba siendo duradera. Cada uno de ellos había encontrado su lugar en el mundo, contribuyendo a la estabilidad de un nuevo orden que parecía finalmente alejarse de las sombras de las traiciones pasadas.Star, la tía de Cassie y protectora incansable de la joven vio cómo sus sueños se convertían en realidad. Con un impulso renovado y la confianza de haber visto a su sobrina florecer en una mujer fuerte y decidida, Star fundó su propia empresa de cosméticos. La marca, que llevaba su nombre, rápidamente creció a gran escala. Con su magia, combinada con ingredientes naturales que utilizaba, sus productos no solo eran reconocidos por su calidad, sino también por el toque de energía mística que envolvía cada frasco. Desde cremas rejuvenecedoras hasta pociones curativas para
De Prisa, El Bebé VieneIlya respiraba con fuerza mientras corría por los pasillos del aeropuerto, los tacones de sus zapatos golpeando el suelo con determinación. Los anuncios en el altavoz y el bullicio de los viajeros parecían desvanecerse a medida que su mente se centraba en una sola cosa: Cassie.Había estado inquieto todo el día como si tuviese que irse a casa. Trató de llamar a Cassie, pero no le contestó y eso levantó las alertas. Terminó las reuniones antes y pidió que lo llevaran al aeropuerto para tomar el siguiente vuelo.El teléfono vibró en su mano una vez más y al tomarlo, vio el nombre de Dimitri en la pantalla. Sin pensarlo, contestó.- Padre...- Ilya, escucha. - La voz de Dimitri sonó firme, pero con una tensión palpable - Cassie está en trabajo de parto. El bebé se adelantó.
La SorpresaEl loft de Ilya donde él y Cassie se habían mudado después de que se recuperó estaba en silencio, una paz que solo llegaba después de que todo el caos hubo terminado. Los ecos de la batalla, las conspiraciones y las tensiones entre los clanes finalmente se habían disipado. El único sonido que llenaba el aire era el suave murmullo de la ciudad afuera, junto al cálido crepitar de la chimenea en el rincón de la habitación.Ilya estaba en la cocina, preparando una tabla de quesos y un poco de vino, absorto en sus pensamientos mientras observaba las llamas bailar. Los últimos días habían sido frenéticos, pero la calma había llegado y ahora, por primera vez en mucho tiempo, tenía la oportunidad de relajarse y disfrutar de su vida con Cassie. No podía recordar la última vez que se había sentido tan... completo. Tan f
La Venganza RomanovLa venganza de Ilya fue implacable, una tormenta de furia y precisión que arrasó con todo lo que el Clan de la Luna Carmesí representaba. Con Dimitri y sus guerreros a su lado, se adentró en cada rincón de sus territorios, desmantelando lo que quedaba de esa red de traición que había osado atacar a su familia y traicionarlo. No hubo misericordia, ni una pizca de compasión para aquellos que habían osado tocar a los suyos. Cada líder caído, cada enemigo derrotado era un mensaje claro: quien traiciona a Romanov, paga el precio de su vida. Las batallas fueron rápidas, mortales y cargadas de una venganza tan profunda que ni la luna en su máximo esplendor podía hacer justicia a la oscuridad que se desató. La sangre empapó la tierra y el poder de Ilya resonó en cada rincón, reclamando lo que era suyo por derecho.Di
Último capítulo