Me quedé paralizada por un segundo. Mi hermano me miró con el ceño fruncido, como si estuviera intentando entender la conversación que se llevaba a cabo frente a él.
Pero si debía ser completamente sincera, ni siquiera yo entendía muy bien lo que estaba pasando.
¿Donovan le había hecho algo a mi padre?
—¿Te encargaste? —pregunté, un poco asustada.
Por un segundo, sentí miedo de él. Era un vampiro, un ser extremadamente peligroso. Podía hacer con los humanos lo que le viniera en gana en tan solo un parpadeo.
Y también era la misma persona que se pasó la mañana haciendo el desayuno, intentando no despertarme.
—Ya no tienes que preocuparte por eso —asintió.
Sin embargo, sus palabras solo podían significar la ausencia de mi padre en casa. No sabía cómo sentirme respecto a ello, sin embargo, pasado unos segundos, decidí que no me importaba tanto como debería.
Después de todo, se trataba del hombre que nos traicionó.
—¿Qué? ¿De qué hablan? —interrogó Justin, confundido.
Donovan se llevó un