Capítulo — La fuerza de la verdad
Después de la inauguración oficial de la Fundación Luz para volver a ver, los días empezaron a tomar un ritmo distinto. Sofía había aceptado convertirse en Directora de la fundación pero le pidió ayuda a Isabel porque ella no podía sola , aunque dejó claro desde el principio que no quería que ese cargo le impidiera lo que más amaba: sus consultas y sus operaciones. La clínica móvil todavía no participaría, recorrían otros médicos —Ayden la necesitaba demasiado como para arriesgarse a estar lejos—, pero ya soñaba con ese momento en el futuro.
Ayden Castell Rojas crecía fuerte, hermoso, un torbellino de risas y balbuceos. Su salud era impecable: la incompatibilidad de sangre que tanto los había aterrado no dejó secuelas, y la oscuridad de los diagnósticos falsos había quedado atrás. Sofía, sin embargo, había tomado una decisión íntima: no quería volver a quedar embarazada.
Lo habían hablado con Ángela su doctora y Adrián. El riesgo había sido dema