Capítulo — ¿Dónde está mi hija?
En el hospital, la calma se había instalado poco a poco. Sofía descansaba bajo la mirada protectora de Isabel, y Adrián, aunque aún tembloroso, se aferraba a la idea de que todo podía mejorar.
Pero en Colonia, la calma era un lujo que Guillermo no podía permitirse.
Había decidido asistir a la reunión de padres sin avisarle a Julia. Quería sorprenderla, verla levantar la vista y descubrirlo allí, orgulloso de su hija. Llegó apenas unos minutos tarde, pero lo suficiente como para no encontrarla. El aula estaba semi vacía, la maestra repartía hojas, y Julia no estaba en su banco.
Al terminar la reunión, Guillermo se acercó.
—Disculpe, ¿sabe por qué Julia no vino hoy?
La maestra lo miró con cierta incomodidad.
—Su mamá llamó esta mañana. Dijo que Julia se había levantado con vómitos y diarrea. Me comentó que seguramente el viaje a Montevideo le cayó mal.
Guillermo frunció el ceño.
—Qué raro… puede ser, no le digo que no. El fin de semana es