Capítulo 39
A la mañana siguiente, la sala de reuniones del tercer piso de la sede central de la empresa de Daryl estaba más concurrida de lo habitual. En la parte delantera, la pantalla del proyector ya mostraba el logotipo de ambas compañías. El personal se encontraba sentado en orden: algunos hojeaban documentos, mientras otros encendían sus portátiles.
Lilian entró primero con su equipo. Procuraba mantener el paso sereno, aunque en su interior era plenamente consciente de que el reto que tenía por delante no sería sencillo. Se acomodó en la silla destinada a su grupo y preparó las carpetas de la presentación.
—Tranquila, Lilian —susurró una de las integrantes de su equipo, Sinta—. Todos los datos están completos. No podrán rebatirlos tan fácilmente.
Lilian asintió con un leve gesto.
—Sí, ojalá sea así.
Poco después, la puerta se abrió. Todas las miradas se dirigieron de inmediato hacia la entrada. Daryl apareció con paso firme, vestido con un traje gris oscuro. Varios de sus geren