Capítulo 20
Daryl seguía de pie frente a la puerta de la habitación de Lilian. Tenía la mano suspendida, sin llegar a llamar. Sus ojos se fijaban en la pequeña rendija bajo la puerta, completamente a oscuras. Daryl soltó un largo suspiro. Si la despierto ahora, quizás se enfade más. Pero si no hago nada, mañana seguirá yendo a ver a Carlos… Se escucharon unos pasos ligeros detrás de él. —¿Papá? Daryl se giró rápido. Aurora estaba a unos metros, abrazando un conejo de peluche blanco contra el pecho. Tenía el pelo algo revuelto y los ojos medio cerrados de sueño. —¿Aurora? ¿Por qué no estás dormida? —preguntó Daryl, bajando el tono de voz. —Quería que me contaran un cuento antes de dormir, pero la tía Lilian no ha venido. —Aurora miró la puerta frente a Daryl— …pero ¿por qué estás tú aquí? Daryl alzó una ceja. —¿Y tú