Capítulo 19
El grito hizo que Daryl se volviera de forma espontánea. Reconoció de inmediato la voz de Lilian. Sin pensarlo dos veces, se apresuró hacia la habitación al final del pasillo. La puerta de la habitación estaba entreabierta, dejando escapar un tenue hilo de luz. En cuanto Daryl cruzó el umbral, sus ojos captaron enseguida la figura de Lilian tendida en el suelo. A su alrededor, varios patitos de goma estaban esparcidos sin orden alguno. —¡Lilian! —exclamó Daryl mientras se apresuraba a acercarse. Lilian intentó incorporarse sola, haciendo una mueca de dolor. —Yo… estoy bien. —¿Te has caído? —Daryl se agachó junto a ella, sus ojos recorriendo rápidamente de pies a cabeza, buscando signos de lesión. —Sí, me tropecé. Cerca de la puerta, Gabriel permanecía inmóvil, con el rostro lleno de preocupación. —¿Te duele mucho, mamá?