Capítulo 21
Carlos levantó lentamente a Lilian, que estaba medio desplomada en su silla. Con una mano le acarició la mejilla con suavidad, como si no hubiera sido él quien la dejara en ese estado. —Lilian… ven conmigo —la voz de Carlos sonó baja pero firme—. Yo… no puedo dejaros a los dos. Quiero que volvamos a ser como antes… que volvamos a ser una familia. Lilian intentó mover el cuerpo, pero la cabeza aún le pesaba. El efecto de la medicina que había tomado no se había desvanecido del todo. —Suéltame, Carlos… —su voz era débil, pero su mirada intentaba ser penetrante. —No lo entiendes… lo he pensado una y otra vez. Me arrepiento. Quiero arreglarlo todo. —¿Arreglarlo? —Lilian intentó reír, pero lo único que salió fue un suspiro cansado—. ¿Crees que secuestrándome es tu manera de arreglarlo? Carlos negó despacio y acercó el rostro al de ella. —