Capítulo 51. Magia
Angelo
La fecha de la maldita boda llega y yo estoy que reviento. No puedo respirar; el aire se niega a entrar a mis pulmones. No puedo pensar en otra cosa que no sea Emily caminando hacia el altar al lado de mi hermano. Me hierve la sangre de solo imaginar que la besa frente a todo el mundo, y le promete cuidarla y serle fiel, porque, muy en el fondo de mi ser, estoy seguro de que lo será. A pesar de que no la ame; a pesar de que esté enamorado de otra mujer. Leonardo es un hombre de verdad, no como yo.
Con cada hora que pasa, siento que la pierdo y no hay nada que pueda hacer.
—Tengo que intentarlo —me digo, mientras trepo la pared lateral de su casa; la misma que lleva directo a su habitación. Entro en por la ventana como un jodido ladrón, y no me importa si alguien me ve. Que se vayan todos a la mierda.
No me quedaré de brazos cruzados, solo viendo cómo el amor de mi vida se me escapa de las manos por cobarde.
Pero apenas la veo, mi corazón se detiene de golpe, para luego salir